El 19 de febrero de 2019, las autoridades dominicanas negaron la entrada al país del multimillonario estadounidense y agresor sexual convicto Jeffrey Epstein, tras su llegada en un avión privado con matrícula N212JE al Aeropuerto Internacional Gregorio Luperón, en Puerto Plata.
De acuerdo con documentos judiciales del caso Government of the U.S. Virgin Islands v. JPMorgan Chase, Epstein había notificado su itinerario a la Oficina del Registro de Delincuentes Sexuales de las Islas Vírgenes de EE. UU., cumpliendo con los requerimientos legales vinculados a su estatus. Sin embargo, dicha oficina no informó formalmente a las autoridades dominicanas, lo que derivó en la retención temporal de Epstein y la posterior negación de ingreso al territorio nacional.
La omisión fue atribuida a un “error administrativo” por parte del Departamento de Justicia de las Islas Vírgenes (USVIDOJ). En una carta enviada a la fiscal general Denise George, los abogados de Epstein alegaron que este había cumplido “de forma estricta” con sus obligaciones de notificación, y que la situación fue producto exclusivo de la negligencia del USVIDOJ.
La escala en Puerto Plata era parte de un itinerario más amplio que incluía paradas en Florida, Nueva York y París, antes de regresar a su residencia habitual en las Islas Vírgenes estadounidenses.
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