Las recientes redadas en Puerto Rico han generado temor entre la comunidad migrante, afectando la percepción de la isla como un lugar seguro. Desde el 26 de enero, las autoridades han detenido a 200 inmigrantes con estatus irregular, principalmente en Barrio Obrero, un área central para la comunidad dominicana en San Juan. De los arrestados, el 75% son dominicanos.
Aunque se estima que hay 55,000 dominicanos en Puerto Rico, algunos expertos sugieren que la cifra podría ser mayor. La gobernadora Jenniffer González ha declarado que la isla debe seguir las directrices federales sobre la detención de migrantes.
En respuesta, la pastora Nilka Marrero está ayudando a los inmigrantes indocumentados a prepararse ante posibles arrestos.
Fuente: El Testigo
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