 por malversación de fondos públicos.“Hubo un cóctel ganador”, que incluyó la corrupción del alcalde y el cierre de plantas industriales, dijo Edouard Mills-Affif, un cineasta que ha realizado dos documentales sobre Henin-Beaumont y el ascenso de su alcalde de extrema derecha, Steeve Briois.Le Pen ganó fácilmente su propia carrera por un escaño parlamentario en la primera vuelta del domingo, al obtener más del 64% de los votos en la ciudad, y como recibió más del 50% de los votos, no tendrá que competir en una segunda vuelta programada para el 7 de julio.En general, los resultados oficiales mostraron que Agrupación Nacional y sus aliados ganaron un tercio de los votos a nivel nacional, por delante de la coalición izquierdista Nuevo Frente Popular y el partido centrista al que pertenece el presidente Emmanuel Macron. Los resultados del domingo brindan un panorama general del desempeño de cada facción, pero no indican cuántos escaños obtendrá cada uno al final.No obstante, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, hay una mayoría en el Parlamento al alcance para un partido como al que pertenece Le Pen.Aunque Francia tiene uno de los niveles de vida más altos del mundo, un desempleo menor que el que ha tenido en décadas y una tasa de criminalidad relativamente baja en comparación con sus pares, el descontento se ha incrementado poco a poco en algunos lugares en la era postindustrial. Pero para muchos votantes de Agrupación Nacional, la victoria del domingo es una venganza merecida desde hace tiempo contra una clase política que consideran fuera de contacto con la gente común y sus preocupaciones, como el crimen, el poder adquisitivo y la migración.“Los franceses casi han eliminado al bloque ‘macronista’”, dijo Le Pen, victoriosa, a sus partidarios en Henin-Beaumont. Los resultados, agregó, mostraron la “disposición de los votantes a pasar la página después de siete años de (un) poder desdeñoso y corrosivo”.Henin-Beaumont es donde Le Pen comenzó sus esfuerzos para transformar al partido de su padre de paria político en una alternativa amigable para los votantes —una estrategia que luego buscó replicar a nivel nacional cuando tomó las riendas del partido en 2012.Su padre, Jean-Marie Le Pen, dirigía un partido político marginal, que con demasiada frecuencia se basaba en el antisemitismo y el racismo para provocar y llamar la atención, según Cécile Alduy, profesora de la Universidad de Stanford.“Desde que (Marine) ha estado al frente del partido, ha tratado de suavizar la retórica, adoptar una especie de retórica democrática”, explicó Alduy. “Desde 2012, ha experimentado un crecimiento continuo, tanto en las urnas como en las encuestas”.El padre de Le Pen, quien ahora tiene 96 años, era “un poco demasiado extremo” para Magali Quere, nacida y criada en la ciudad.“Pero la Agrupación Nacional no me asusta”, comentó Quere, de 54 años, que dirige una tienda de muebles de segunda mano. “Me asustó hace 30 años, pero ya no”.Y no se trata sólo de los votantes, mencionó Alduy. “Otros partidos de derecha han comenzado a copiar su vocabulario o argumentos o temas, principalmente en torno a la inmigración y la inseguridad”, explicó, incluidos Macron y el expresidente francés Nicolas Sarkozy.“Eso normaliza aún más lo que ellos (la Agrupación Nacional) ofrecen”, agregó.){kind=link}
En la antigua localidad minera en el corazón de la estrategia política de Marine Le Pen, líder de extrema derecha francesa, la victoria electoral de su partido el domingo no sorprendió a los cientos de simpatizantes que se reunieron para escuchar su discurso de triunfo.
Las mismas promesas de recuperar empleos decentes y acabar con la elite política que resonaban aquí desde hace mucho tiempo encontraron eco a nivel nacional.
Le Pen se estableció en la ciudad septentrional de Henin-Beaumont a principios de la década de 2000, con la esperanza de captar votantes desencantados que se sentían abandonados por la nueva economía y estaban cada vez más hartos de décadas de gobierno socialista local.
Fue el inicio de una década de esfuerzos para limpiar la imagen del partido político Agrupación Nacional antiinmigrante y atraer a votantes de toda la sociedad francesa.
Varios cierres de fábricas han dejado altos niveles de desempleo por encima del promedio nacional, y el 60% de la población gana tan poco que no está sujeta al pago de impuestos, según datos del INSEE, el instituto nacional de estadística y estudios económicos de Francia.
La construcción de un gran centro comercial en las afueras de Henin-Beaumont ha vaciado la ciudad, dejando decenas de tiendas, salones de belleza y restaurantes abandonados.
En 2013, el alcalde socialista de la ciudad, Gérard Dalongeville, fue condenado a cuatro años de prisión y una multa de 50,000 euros (53,000 dólares) por malversación de fondos públicos.
“Hubo una combinación ganadora”, que incluyó la corrupción del alcalde y el cierre de plantas industriales, dijo Edouard Mills-Affif, un cineasta que ha realizado dos documentales sobre Henin-Beaumont y el ascenso de su alcalde de extrema derecha, Steeve Briois.
Le Pen ganó cómodamente su propia contienda por un escaño parlamentario en la primera vuelta del domingo, al obtener más del 64% de los votos en la ciudad, asegurando así más del 50% de los votos y evitando una segunda vuelta programada para el 7 de julio.
En general, los resultados oficiales mostraron que Agrupación Nacional y sus aliados obtuvieron aproximadamente un tercio de los votos a nivel nacional, superando a la coalición izquierdista Nuevo Frente Popular y al partido centrista al que pertenece el presidente Emmanuel Macron.
Los resultados del domingo proporcionan una visión general del rendimiento de cada facción, pero no revelan la cantidad final de escaños que cada una obtendrá.
No obstante, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, se vislumbra la posibilidad de que un partido como el de Le Pen obtenga la mayoría en el Parlamento.
A pesar de que Francia tiene uno de los más altos niveles de vida en el mundo, un desempleo menor que en décadas pasadas y una tasa criminal relativamente baja en comparación con otros países, el descontento ha ido en aumento en algunas áreas en la era postindustrial.
Pero para muchos votantes de Agrupación Nacional, la victoria del domingo representa una largamente esperada venganza contra una clase política que consideran alejada de la gente común y sus preocupaciones, como el crimen, el poder adquisitivo y la migración.
“Los franceses casi han eliminado el bloque ‘macronista’”, declaró Le Pen victoriosa a sus seguidores en Henin-Beaumont. Los resultados, agregó, reflejan la “voluntad de los votantes de pasar página después de siete años de un poder desdeñoso y corrosivo”.
Henin-Beaumont es donde Le Pen puso en marcha sus esfuerzos para cambiar la imagen del partido de su padre, convirtiéndolo de paria político en una alternativa amigable para los votantes, una estrategia que luego buscó replicar a nivel nacional al asumir el liderazgo del partido en 2012.
Su padre, Jean-Marie Le Pen, dirigía un partido político marginal que a menudo se basaba en el antisemitismo y el racismo para provocar y llamar la atención, según Cécile Alduy, profesora de la Universidad de Stanford.
“Desde que ha estado al frente del partido, ha intentado suavizar la retórica, adoptando un discurso democrático”, explicó Alduy. “Desde 2012, ha experimentado un crecimiento continuo, tanto en las urnas como en las encuestas”.
El padre de Le Pen, ahora de 96 años, era “un poco demasiado extremo” para Magali Quere, nativa de la ciudad.
“Pero Agrupación Nacional no me asusta”, comentó Quere, de 54 años, que dirige una tienda de muebles de segunda mano. “Me asustó hace 30 años, pero ya no”.
Y no se trata solo de los votantes, señaló Alduy. “Otros partidos de derecha han empezado a copiar su vocabulario o argumentos o temas, principalmente en torno a la inmigración y la inseguridad”, explicó, incluidos Macron y el expresidente francés Nicolas Sarkozy.
“Eso normaliza aún más lo que ellos (Agrup
Fuente: Diario Libre
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