El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, criticó a Javier Milei por calificar de "corrupta" a su esposa, mientras que el presidente argentino bromeaba sobre "la ola de lágrimas socialistas".
"Entre los Gobiernos, los afectos son libres, pero el respeto es irrenunciable, por eso hemos solicitado al actual presidente del Gobierno de la República Argentina una rectificación pública", expresó Sánchez durante un evento empresarial en Madrid.
"La respuesta de España será acorde a la dignidad que representa la democracia española y a los lazos de hermandad que unen a España y Argentina, liderada actualmente por un presidente que, lamentablemente, no ha estado a la altura", agregó después de que su Gobierno llamara al embajador argentino en Madrid para expresar su rechazo.
Por otro lado, el portavoz de la presidencia argentina, Manuel Adorni, restó importancia al incidente al considerarlo como una cuestión "entre personas y no entre países".
En cuanto a la posibilidad de romper las relaciones diplomáticas, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, mencionó en una entrevista radial que se estaba contemplando esa opción. "Si no hay disculpas públicas, lo haremos", afirmó Albares.
Este episodio marca la finalización del primer viaje de Milei a España desde que asumió el cargo en diciembre, un viaje en el cual no se reunió ni con el rey Felipe VI ni con Sánchez, quien había respaldado a su oponente Sergio Massa en las elecciones.
La patronal española, con importantes intereses en Argentina, condenó los comentarios "inapropiados" de Milei, según Antonio Garamendi, presidente de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales).
Esteban González Pons, líder del principal partido de la oposición, el conservador Partido Popular (PP), expresó que las empresas españolas "no merecen que su situación se vea perjudicada por el sentido del honor que tiene Pedro Sánchez hacia su esposa". Sin embargo, también calificó el discurso de Milei como una "intromisión" en la política nacional, en un espectáculo "llamativo".
Durante un discurso en un evento en Madrid organizado por el partido de extrema derecha Vox, Milei se refirió a Begoña Gómez como "mujer corrupta". Aunque no mencionó a Sánchez o a su esposa por su nombre, la referencia de Milei al tiempo que se tomó para reflexionar sobre si renunciaba por los ataques a su esposa permitió identificar a la pareja.
El Gobierno argentino consideró que era Pedro Sánchez quien debía disculparse. "No corresponde ninguna disculpa. Ninguna disculpa. Al contrario, yo creo que debería haber varias disculpas del gobierno español por las cosas que han dicho del presidente Milei", declaró el ministro del Interior, Guillermo Francos.
Francos hizo alusión a episodios recientes, donde se acusó a Milei de sembrar "odio" y se sugirió que tomaba drogas al dar sus discursos.
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