Los Juegos Olímpicos de París comenzarán en dos semanas, el viernes 26 de julio. En preparación para este evento, los trabajadores están montando las instalaciones deportivas finales en todas partes de París, lo que ha causado cierta molestia entre los comerciantes de la Isla de la Cité.
Por Arthur Ponchelet
Con la Catedral de Notre-Dame a un lado y la Sainte-Chapelle al otro, la Isla de la Cité en el corazón de París es un importante destino turístico. Sin embargo, a medida que se acercan los Juegos Olímpicos, las calles empedradas se convierten en un sitio de construcción al aire libre y el ambiente se ve afectado por el ruido de las obras. Las barreras y instalaciones metálicas han invadido el lugar.
"Un desencanto"
La actividad en la Isla de la Cité no es bien recibida por los turistas. Los trabajadores de los locales comerciales están preocupados por la disposición de las instalaciones que afectan la experiencia de sus clientes. Incluso se han visto obligados a instalar aseos temporales en sus terrazas debido a la obstrucción de las calles. La situación es similar en la Isla Saint-Louis, donde las terrazas suelen estar llenas pero se encuentran más vacías de lo normal debido a las obras.
Algunos piensan que tendrán que cerrar
Los propietarios de restaurantes y comerciantes en estas islas se quejan de las restricciones de tráfico que han afectado a sus clientes y de las complicaciones para acceder al centro de París. Betty, una florista local, expresa su preocupación sobre el impacto negativo en su negocio y critica la falta de comunicación con las autoridades.
El sector turístico en general en París también está experimentando una desaceleración, con una baja tasa de reservas hoteleras para el mes de julio. Los problemas de tráfico y la incertidumbre política han contribuido a esta disminución en la llegada de visitantes.
Los problemas de tráfico y la incierta situación política
La falta de visitantes durante los Juegos Olímpicos se debe en parte a los problemas de tráfico y a la inestabilidad política en la región. Las restricciones en varias áreas de la ciudad han dificultado la movilidad de los turistas, y la incertidumbre en el panorama político ha afectado la percepción de seguridad.
Comparando con los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, se puede notar la diferencia en la cantidad de visitantes diarios, lo que plantea la pregunta de si esta situación era predecible.
Fuente: Diario Libre
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