El presidente Nayib Bukele comenzará su segundo mandato consecutivo el 1 de junio, a pesar de la prohibición constitucional, tras ganar las elecciones presidenciales en febrero. Su principal desafío será mejorar la economía del país y de los hogares salvadoreños, que es una de las principales demandas de la población.
Bukele, de 42 años, llegó a la Presidencia en 2019 con la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) y ha ganado popularidad por su enfoque en combatir la delincuencia, lo que ha mejorado la seguridad en el país hasta el momento. Sin embargo, ahora se enfrenta a la necesidad de impulsar la economía.
Según una encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana, la población salvadoreña está preocupada por la situación económica, relegando la delincuencia a un segundo plano. Casi el 70% de los salvadoreños considera que la economía, el desempleo, el alto costo de la vida, la pobreza y el costo de los alimentos son los principales problemas del país.
A pesar de haber apostado por el bitcóin para mejorar la economía, la mayoría de la población no utiliza esta criptomoneda. Tampoco se ha materializado la construcción de una ciudad bitcóin y las remesas a través de criptomonedas han disminuido.
Otras demandas incluyen un aumento del salario mínimo, la reducción de la pobreza y la desigualdad, mejoras en la educación pública y un enfoque en mejorar la calidad de vida de las mujeres y la niñez. La sociedad civil y organizaciones feministas esperan que estos temas formen parte de la agenda del presidente durante su próximo mandato.
Los hogares salvadoreños, especialmente en áreas urbanas, se han empobrecido más, según datos oficiales. A pesar de esto, durante su campaña política, Bukele no mencionó proyectos económicos y sociales futuros, dejando a la población en espera de lo que sucederá.
Bukele seguirá contando con un fuerte apoyo legislativo, ya que su partido, Nuevas Ideas, domina el Congreso con 54 de los 60 diputados. Aunque el mandatario ha afirmado que no busca una reelección indefinida, una reforma constitucional reciente podría permitir cambios en la Carta Magna que favorezcan su permanencia en el poder junto con su partido.
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