El uso de pagos digitales ha experimentado un incremento significativo en Centroamérica y la República Dominicana entre los años 2017 y 2021. Durante este período, el número de propietarios de cuentas de dinero móvil se duplicó, y se espera que esta tendencia continúe impulsada por la promoción de una mayor regulación que favorezca el crecimiento del sector, según el economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Arnoldo López.
De acuerdo con el informe del BID titulado "Hacia una mayor inclusión financiera para el desarrollo", la cantidad de propietarios de cuentas de dinero móvil aumentó del 4 % al 8 % entre 2017 y 2021. Este avance representa un progreso en la inclusión financiera de empresas y hogares en la región, abriendo las puertas a otros productos y servicios financieros y reduciendo la dependencia de la infraestructura bancaria tradicional.
Las causas del crecimiento
En una entrevista con EFE, el economista regional para Centroamérica del BID mencionó que el incremento en el uso de pagos digitales se debió principalmente al apoyo regulatorio para la entrada de empresas no bancarias que proveen servicios financieros a través de la tecnología fintech. La pandemia de la covid-19 también jugó un papel clave al impulsar la necesidad de medios de pago remotos debido a las restricciones de movilidad.
Se destaca que cerca del 40 % de la población que comenzó a utilizar pagos electrónicos lo hizo por primera vez durante la pandemia, y los gobiernos han incentivado las transferencias de apoyo social a través de medios digitales, consolidando esta práctica en varios países.
Según López, la tendencia de inclusión financiera a través de medios digitales seguirá creciendo gracias al interés estatal en apoyar la entrada de nuevas empresas fintech.
Los desafíos
El Banco Interamericano de Desarrollo señaló en un comentario sobre el estudio "Hacia una mayor inclusión financiera para el desarrollo" que, a pesar de los avances, Centroamérica y la República Dominicana enfrentan desafíos para equipararse con otras regiones en cuanto a la adopción de herramientas financieras digitales y otras políticas que promuevan la inclusión financiera.
Entre los retos a superar se encuentran el desarrollo de una estrategia nacional de inclusión financiera, la educación financiera, el fomento de la competencia, el acceso a información crediticia, y la eficiencia administrativa de las instituciones financieras a través de corresponsales y plataformas digitales de pagos.
Es necesario mejorar la educación financiera para que las personas manejen sus finanzas de manera responsable y comprendan conceptos como las tasas de interés. Asimismo, promover el uso de nuevas tecnologías para ampliar las opciones de servicios financieros, añadió López.
Somos EL TESTIGO. Una forma diferente de saber lo que está pasando. Somos noticias, realidades, y todo lo que ocurre entre ambos.
Todo lo vemos, por eso vinimos aquí para contarlo.