El joven español Daniel Sancho está siendo juzgado a partir de este martes en Tailandia por el presunto asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta, y se espera que el juez determine si se trató de un crimen premeditado o de un accidente.
Sancho, que niega su culpabilidad y ha estado en prisión provisional en la isla de Samui desde el 7 de agosto, enfrenta tres cargos: asesinato premeditado, ocultación del cuerpo y destrucción de evidencia ajena. La condena máxima que podría enfrentar es la pena de muerte.
El juicio, que se lleva a cabo en el tribunal de Samui y ha generado un gran interés mediático, comenzará mañana y se espera que concluya el 3 de mayo con la participación de unos 50 testigos, incluidos el acusado y su padre, el actor Rodolfo Sancho, quienes declararán el 25 de abril.
Encuentro en la isla de las fiestas de la luna llena
Sancho, de 29 años, llegó a la isla de Phangan, cerca de Samui, el 31 de julio de 2023 y se alojó en el hotel Panviman las dos primeras noches con una reserva a nombre del colombiano. El 1 de agosto hizo otra reserva en un bungalow en un hotel de la playa de Salad, donde ocurrió el presunto crimen el 2 de agosto.
Según las imágenes de las cámaras de seguridad recopiladas en la investigación, el español fue a buscar al colombiano el mismo 2 de agosto al puerto, la única entrada a la isla, conocida por sus fiestas de la luna llena.
Al día siguiente, se informó del hallazgo de restos humanos en un vertedero de una incineradora en Phangan. Para entonces, la familia de Arrieta estaba tratando de localizar al cirujano, con quien no habían podido contactar desde el día anterior.
Confesión en comisaría
La tarde del 3 de agosto, Sancho acudió a la comisaría de la isla para denunciar la desaparición de Arrieta y fue detenido formalmente el 5 de agosto, después de confesar el asesinato premeditado del cirujano. Antes de que llegara a la comisaría, la policía ya había identificado a Sancho como sospechoso al revisar las cámaras de seguridad del supermercado de donde procedían las bolsas de basura verdes que contenían partes del cadáver.
Según la declaración del español, confesó haber matado a Arrieta en una pelea el 2 de agosto después de intentar romper su relación, y luego admitió haber desmembrado el cuerpo y deshacerse de las partes en el mar y en un vertedero de Phangan.
En un interrogatorio en la prisión el 16 de agosto, Sancho negó la premeditación por primera vez. En noviembre, durante una vista preliminar del juicio, se declaró no culpable de asesinato premeditado y afirmó que la muerte de Arrieta fue un accidente.
Una relación que inició en Instagram
Sancho y Arrieta se conocieron un año antes a través de Instagram por su interés en la gastronomía y se habían visto varias veces en España antes del viaje a Phangan.
Natural de Santa Cruz de Lorica (Córdoba, al norte de Colombia), Edwin Arrieta Arteaga era un cirujano plástico de 44 años que trabajaba entre Colombia y Chile.
Sancho, que era chef y trabajaba como relaciones públicas en Madrid, reveló que Arrieta le propuso invertir en sus negocios y abrir restaurantes en Latinoamérica, aunque su intención era mantener una relación sentimental, según su versión.
¿Asesinato o accidente?
La Fiscalía argumentará en el juicio que la muerte de Arrieta fue un asesinato planeado por Sancho y presentará como principal evidencia las bolsas de basura, productos de limpieza, cuchillos y una sierra comprados el día anterior.
Entre los testigos de la acusación se encuentran principalmente policías y peritos, así como la mujer que le alquiló un kayak la noche del 2 de agosto, desde el cual supuestamente arrojó al mar parte de los restos del cadáver de Arrieta.
Por otro lado, la defensa intentará demostrar que la muerte de Arrieta fue accidental y ocurrió durante una pelea, además de impugnar parte de la declaración inicial de Sancho, alegando presiones para confesar y otras irregularidades.
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