En los últimos años, los actos terroristas han estado asociados a diferentes movimientos ideológicos a lo largo de la historia. Según el catedrático español de Historia Contemporánea, Manuel Montero, en el siglo XIX y XX, el anarquismo fue el protagonista de la mayoría de los atentados. En la segunda mitad del XX, el terrorismo tuvo un enfoque anticolonial. En la tercera ola, los grupos de extrema izquierda tomaron la delantera. Finalmente, a partir del fin del XX, el terrorismo islámico se ha convertido en el más relevante.
Recientemente, el terrorismo islámico volvió a generar conmoción en el mundo tras un atentado en Moscú, donde murieron 133 personas y más de un centenar resultaron heridas. Este acto de violencia, perpetrado por cuatro terroristas, recordó una vez más la amenaza que representa este tipo de terrorismo en la actualidad.
Grupos como los talibanes, Al Qaeda o Boko Haram justifican sus acciones violentas bajo una interpretación radical del islam. Su objetivo es imponer una visión extremista de la religión en los territorios donde operan, sembrando el terror y buscando la vida eterna a través de la violencia.
Para conocer más sobre los grupos terroristas islámicos en diferentes países, se puede recurrir a fuentes como la Universidad de Stanford, el Instituto Tony Blair para el Cambio Social, la Oficina del Director Nacional de Inteligencia de Estados Unidos, el Consejo de Relaciones Exteriores, la ONU y el Centro Wilson. Algunos de estos grupos incluyen los talibanes en Afganistán, la Red Haqqani en el norte de Afganistán, el ISIS Gran Jorasán en Iraq, Siria y Afganistán, y muchos más.
Este es solo un vistazo a la realidad del terrorismo islámico en el mundo, un fenómeno que plantea serias amenazas a la seguridad global y que se manifiesta de diversas formas y en diferentes regiones, principalmente en países de África y Oriente Medio.
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