El lunes, los estudiantes de Ayotzinapa, ubicados en el estado de Guerrero, lanzaron cohetes y petardos contra el Palacio Nacional de México, resultando en 26 policías heridos. La Secretaría de Seguridad Ciudadana del Gobierno de la Ciudad de México reportó que los agentes lesionados fueron atendidos por paramédicos debido a las esquirlas de la pirotecnia. Los heridos, desplegados en el Zócalo debido a la presencia de manifestantes, fueron trasladados a hospitales para recibir atención médica.
Estas acciones se dan después de que un juzgado en el estado de México otorgara libertad provisional a ocho militares implicados en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014. A pesar de la argumentación de la Guardia Nacional sobre el riesgo de fuga, el juzgado consideró innecesaria la prisión preventiva. Organizaciones como el Centro Prodh denunciaron una actuación parcial por parte de la Justicia y acusaron a la Secretaría de la Defensa Nacional de obstaculizar la investigación.
Las protestas aumentan antes de las elecciones del 2 de junio, ya que estudiantes y familias de los desaparecidos acusan al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de proteger a militares implicados y no cumplir su promesa de resolver el caso de Ayotzinapa. Tras expresar su inconformidad, los manifestantes se retiraron del Palacio Nacional, según informó el Gobierno capitalino.
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