Recientemente, un grupo de nueve mujeres que han sido amigas desde la infancia se reunieron en Puerto Plata para conmemorar su amistad y celebrar la vida juntas.
Después de meses de planificación detallada, estas amigas dejaron atrás sus responsabilidades diarias para pasar cuatro días disfrutando de risas y anécdotas en compañía unas de otras. A pesar de llevar equipaje para un mes, lograron escapar por un tiempo de sus roles como madres, esposas y profesionales para reconectarse.
A lo largo de los años, estas mujeres han experimentado diferentes caminos en la vida, incluyendo matrimonios, crianza de hijos y carreras profesionales. A pesar de los altibajos, han encontrado la paz en aceptarse a sí mismas con sus virtudes y defectos.
Mantienen un chat activo donde comparten consejos para vivir una vida saludable y enfrentar la menopausia con entusiasmo. Se apoyan mutuamente en sus logros y frustraciones, creando un espacio de sororidad y amistad sincera.
Durante su viaje, exploraron Puerto Plata, se divirtieron con fotos y videos, compartieron risas y lágrimas, regalos significativos y sueños aplazados. Descubrieron el significado de cuidar de sí mismas para poder cuidar a los demás, y la importancia de sanar y reír juntas.
Agradecen a sus amigas por un fin de semana inolvidable, lleno de recuerdos y lecciones. Reconocen el valor terapéutico de dedicar tiempo a la amistad y la felicidad compartida, y planifican emocionadas su próximo destino juntas.
Este viaje les demostró que la amistad sincera puede ser una poderosa herramienta de sanación y crecimiento personal, superando cualquier terapia tradicional.
¡Estamos deseando volvernos a reunir!
Somos EL TESTIGO. Una forma diferente de saber lo que está pasando. Somos noticias, realidades, y todo lo que ocurre entre ambos.
Todo lo vemos, por eso vinimos aquí para contarlo.
 Hubo muchas risas y muchas lágrimas, regalos con historia e historias que nos marcaron, sueños postergados que compartimos. De mi parte descubrí el verdadero significado de la palabra sororidad.Pero lo que realmente aprendimos es que necesitamos encontrar ese tiempo para nosotras, un espacio donde poder ser y estar, sin miedos, ni poses ni juicios y sin ninguna otra obligación salvo ser felices. Y es que, para cuidar de otros, primero tenemos que cuidar de nosotras. Purificar el corazón y reírnos a carcajadas. Y si eso no funciona, llorar a mares, pero sanar para continuar caminando y cosechando.Agradezco a Mariló, Dominga, Yvonne, Addis, Maribel, Ana María, Trudy y Dalila por un fin de semana de esos que no se olvidan. Por tantas fotos y videos que nos perseguirán toda la vida. Por la gente que siguió nuestras aventuras por las redes y nos felicitó porque nos atrevimos a hacer lo que muchas sueñan.Porque engordamos 10 libras y perdimos 10 años y porque una vez más pude constatar que la amistad sincera tiene la virtud de sanar y enseñar.Nos fuimos con la premisa de que ese viaje nos saldría más barato que asistir a terapia y lo confirmamos con creces. Locas y sueltas, planificamos felices nuestro próximo destino. ¿Quién se anota Leer más La paciencia del paciente){kind=link}