Tras la imposición de la medida de coerción a Francelys María Furcal, acusada de matar a un comerciante chino en abril de 2022, tanto su familia como sus allegados han optado por mantener silencio con respecto a la situación.
Un equipo de Diario Libre se trasladó este martes al sector de Cristo Rey, en el Distrito Nacional, lugar donde creció la joven de 26 años. Solo tres personas aceptaron hablar sobre ella, mientras que otras decidieron no opinar debido al proceso legal en curso.
Cuando algunos residentes del vecindario fueron abordados y mencionaron su nombre, prefirieron retirarse sin hacer declaraciones.
Al finalizar la audiencia del lunes por la mañana, un hermano de la acusada manifestó sentir temor y compartió que ella le había confesado sus miedos por su vida, aunque aclaró que no habían recibido amenazas.
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A diferencia de otras ocasiones, el padre de Francelys, Juan Francisco Furcal,, decidió no hacer comentarios, mencionando que ya había hablado lo suficiente sobre el tema y expresando que solo les queda rezar para que nada malo le ocurra a su hija, quien debe cumplir tres meses de prisión preventiva en Najayo Mujeres.
“No tengo la energía para hablar, este es el primer caso de justicia de mi familia. Francelys es mi todo”, afirmó Juan Francisco.
Una joven trabajadora
Los pocos vecinos que accedieron a hablar sobre ella la conocen desde su infancia. Fue descrita como amable y respetuosa, levantándose cada día para trabajar y criar a sus tres hijos, a pesar del presunto ambiente laboral abusivo del que aseguran era víctima.
“Es una persona muy buena, trabajadora, y eso es lo único que puedo decir, nada más. Las desgracias llegan a la casa sin buscarlas”, comentó Ramón Rodríguez.
Añadió: “Es una joven que buscó un empleo para intentar ayudar a mantener a sus hijos y mira lo que se ha encontrado”.
Otros dos vecinos, Melanio y Víctor, indicaron que siempre fue una mujer hogareña y que nunca se metía en problemas en la calle.
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