Desde la elección de Macron en 2017, han surgido teorías conspiracionistas que afirman que su esposa es una mujer transexual, supuestamente nacida con el nombre de Jean-Michel Trogneux. Esta teoría ha ganado atención en Estados Unidos, impulsada por la polemista conservadora Candence Owens. En estos días, se publica un libro en Francia que investiga cómo se propagó esta desinformación.
El 8 de marzo, al finalizar un evento por el Día Internacional de la Mujer, el presidente francés Emmanuel Macron (46 años) se vio obligado a desmentir a la prensa que su esposa, Brigitte (70 años), no es transexual.
Esta falsa noticia afirma que Brigitte, cuyo apellido de soltera es Trogneux, en realidad es una mujer transgénero que se llamaba Jean-Michel al nacer.
La teoría ha estado circulando desde que Macron asumió la presidencia en 2017, pero ha cobrado fuerza recientemente, tras ser retomada por la polemista conservadora estadounidense Candence Owens en un video para sus más de tres millones de seguidores. Para entender cómo surgió esta teoría, la periodista Emmanuelle Anizon ha publicado "L’ Affaire Madame" (El caso señora), donde investiga a los principales promotores de esta fake news.
La investigación identifica a dos personas clave: la primera es Natacha Rey, quien se presenta como "periodista independiente" y apoya numerosas teorías conspirativas. Según Anizon, tras una ruptura, Rey se sumergió en internet y formó un variado círculo de seguidores, que van desde vendedores de seguros hasta azafatas y empresarios del sector cultural.
Miedo a la globalización
Rey ha contado con la ayuda de Xavier Poussard, un periodista de extrema derecha vinculado a Alain Soral, conocido por sus posturas antisemitas y su influencia en redes sociales. Sin embargo, la autora del libro sugiere que esta teoría trasciende las divisiones políticas convencionales, similar al movimiento de los "chalecos amarillos".
La desconfianza en las instituciones y el miedo a la globalización son puntos en común que motivan la difusión de estas teorías. Este tipo de desinformación, malintencionada y usada para socavar líderes políticos, también ha afectado a otras figuras como la ex primera ministra neozelandesa Jacinda Ardern, la ex primera dama estadounidense Michelle Obama y Begoña Gómez, esposa del presidente español Pedro Sánchez.
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