El sistema de partidos políticos dominicanos ha experimentado un importante deterioro en los últimos tiempos, fenómeno que también se observa en otros lugares del mundo.
Esta tendencia, que afecta la calidad de la democracia, pone al país en riesgo de un potencial colapso político que podría dar lugar al ascenso al poder de un líder outsider, ya sea un demagogo típico o un presunto redentor gatopardista que prometa cambios pero mantenga todo igual.
Es fundamental prestar atención a este tema en nuestro país, dado que ya hemos sufrido episodios de ingobernabilidad en el pasado, como la crisis durante el período 1961-65, que incluyó varios cambios de gobierno, un golpe de estado contra Juan Bosch, una guerra civil y una segunda invasión estadounidense.
Más atrás están los antecedentes históricos de la era de Conchoprimo, que produjo desórdenes y enfrentamientos montoneros luego de la guerra restauradora, seguidos de un período de inestabilidad política y social que facilitó la primera intervención estadounidense en el país.
Empujando la decadencia
La erosión de los partidos políticos dominicanos se debe a la falta de proyectos nacionales sólidos, al incumplimiento de las promesas electorales, a la corrupción de los líderes en el gobierno y a la desconexión con la población urbana y las tecnologías actuales.
Los partidos también se ven perjudicados por la corrupción de los políticos en el poder, la falta de programas de desarrollo institucional y educación política, y la incapacidad para conectar con una población cada vez más urbana y tecnológica.
Particularmente, los partidos tienen dificultades para adaptarse a una población globalizada con acceso a información instantánea, lo que contrasta con las prácticas políticas tradicionales basadas en la demagogia y promesas vacías.
A pesar de ser más aplicable a Europa, Peter Mair advierte sobre la presencia de un individuo aislado y atomizado por la modernidad, lo que lleva a un cambio constante de partidos políticos por parte de los electores.
La República Dominicana no está exenta de esta pérdida de confianza en los partidos políticos, que se remonta a décadas atrás debido a episodios históricos de represión política.
Desde la derogación de leyes anticomunistas en 1978, los partidos tradicionales como el PRD, el PRSC y el PLD han dominado el sistema político actual.
La alta abstención y desconfianza ciudadana en los partidos políticos se refleja en datos recientes, evidenciando un declive de algunos partidos históricamente fuertes como el PRSC, PRD y PLD.
¿Desgaste y extinción?
Las últimas elecciones marcaron un declive notable para algunos partidos tradicionales, mientras que el presidente Abinader ha logrado mantener a su Partido Revolucionario Moderno en alza.
La participación y abstención electoral reflejan un desgaste en varios partidos políticos, lo que plantea la posibilidad de su eventual extinción.
Abinader saca la cara
En medio de la crisis de los partidos políticos, el presidente Abinader ha logrado mantener a flote al Partido Revolucionario Moderno y fortalecer su posición en el sistema político.
A pesar de los desafíos, Abinader ha sido capaz de mantener una alta aprobación popular y liderar al PRM a importantes victorias electorales.
Estos logros sitúan al PRM como un partido con proyección de futuro en la República Dominicana.
<img src="https://resources.diariolibre.com/images/2024/06/20/captura-de-pantalla-2024-06-20-a-la-s-9.10.24-p.m..%0D%0A%0D%0A
Fuente:%20Diario%20Libre
Somos EL TESTIGO. Una forma diferente de saber lo que está pasando. Somos noticias, realidades, y todo lo que ocurre entre ambos.
Todo lo vemos, por eso vinimos aquí para contarlo.
