Gerrit Cole confecciona una carrera de inmortal (151-80, 3.20 ERA, 2,239 ponches y la oposición le batea para .226), tiene el segundo contrato más grande que se haya entregado a un lanzador (US$345 millones) y es el as de los Yankees, el equipo más emblemático de las Grandes Ligas.
Pero entre esos 1,064 bateadores que el derecho ha enfrentado desde que debutó en 2013 con los Piratas hay uno que le ha resultado en tan dolor de cabeza ante el que se declara impotente: Rafael Devers.
Pareciera como si el antesalista de los Red Sox se haya infiltrado en el cerebro de Cole y haya descodificado todo el software con el que administra su arsenal, puesto que hace lucir al más reciente ganador del Cy Young en la Liga Americana como un lanzador bajo nivel reemplazo.
Nadie le batea mejor a Cole que Devers y Devers no le batea a nadie mejor que a Cole entre los 906 lanzadores que ha visto desde su aterrizaje en el Big Show, en 2017.
El quisqueyano se ha enfrentado en 40 ocasiones al californiano, de ellos 40 turnos oficiales. Le ha pegado 14 hits, de ellos ocho cuadrangulares (nadie más le ha bateado más de tres), un doble, le ha remolcado 20 carreras (nadie le impulsó más de seis), le ha sacado cinco boletos y se ha ponchado 15 veces (también líder).
Son números de asombro. Es una línea ofensiva de .350/.435/.975 con un OPS de 1.410 según Baseball-Reference.
Impotencia
Lo ocurrido el sábado en Yankees Stadium fue para no olvidar. Cole golpeó a Devers en la primera entrada; en el cuarto, con los Mulos delante 1-0 y las bases limpias, decidió transferirlo de forma intencional, una imagen que difícilmente se borre de la retina de los miles de espectadores que siguieron el partido.
Cuando finalmente decidió enfrentarlo, en el quinto, ya debajo 3-1, el nativo de Samaná le disparó un sencillo al jardín derecho que remolcó dos vueltas que abrió el partido finalmente ganado por los Medias Rojas por 7-1 ante 46,378 aficionados.
“Cole es un tipo Salón de la Fama, pero siento que se acobardó un poquito y nunca esperaba eso de él”, dijo Devers tras el partido. “Simplemente salgo y trato de hacer lo mejor que puedo. Pero al mismo tiempo, sé lo que él siente por mí, y eso es algo que me enorgullece y me hace feliz”.
“Discutimos el día anterior y durante el juego transferirlo de forma intencional por el éxito pasado que ha tenido. Ese era el plan, lo discutí con el cuerpo de coaches, incluyendo el dirigente Aaron Boone”, dijo un Cole cabizbajo ante los periodistas, con los que pasó unos 10 minutos explicando la decisión. “No le tiré a Devers en la primera entrada”, dijo Cole. “Él puede creer lo que quiera creer. No lo golpeé a propósito”.
Unas palabras que Alex Cora, dirigente de los Medias Rojas, no se cree. Un lanzamiento pegado a Aaron Judge que le hiciera el dominicano Brayan Bello, fue interpretado como una respuesta, aunque no se fue a más.
En los últimos 100 años, los otros bateadores del conjunto bostoniano que fueron transferidos con las bases limpias fueron Manny Ramírez (dos veces), Ted Williams, Carl Yastrzemski y David Ortiz, según Codify Baseball.
“No quiere enfrentarlo”, dijo Cora. “Esa es la conclusión. Ya sabes, nos dijo con la base por bolas intencional que en el primer turno al bate lo golpeó [a propósito]. Pueden decir lo que quieran. La base por bolas intencional [dejó] en claro que no quería enfrentarlo. Así que el segundo lanzamiento del juego contra Raffy, lo puedes ver. No me voy a retractar. Fue intencional”.
Fuente: Diario Libre
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