La República Dominicana busca establecer relaciones de colaboración con países de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, especialmente con Haití, en términos de desarrollo sostenible, transferencia de metodologías y conocimientos, y fortalecimiento en la comunidad internacional.
Esta iniciativa se refleja en una hoja de ruta publicada por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd) para el proyecto "República Dominicana también coopera".
En concreto, se pretende una cooperación técnica centrada en la transferencia de capacidades y conocimientos a través del intercambio de expertos, capacitaciones como seminarios, talleres y cursos, asesoramiento técnico, pasantías y seguimiento a distancia, entre otros.
Para abordar desafíos como el cambio climático, la generación de una educación competente y la producción agrícola sostenible, se plantean cinco formas de financiamiento estructurado. El Ministerio de Economía asumiría el financiamiento, con asignación de una partida presupuestal adicional para los intercambios seleccionados. Otra opción es un "presupuesto complementario", donde el sectorial complementaría los recursos del Mepyd.
A pesar de las brechas de desarrollo a nivel nacional y los impactos persistentes del COVID-19, la República Dominicana destaca como una de las economías más dinámicas y estables de Centroamérica y el Caribe. Sin embargo, las relaciones con otros países permiten asumir un enfoque más proactivo y de liderazgo hacia la comunidad internacional.
En palabras del ministerio, "ampliar nuestro papel de oferentes fomenta el fortalecimiento de capacidades, la generación de conocimiento, la promoción de la integración regional, de aprovechar recursos como país pivote y de tener mayor incidencia en las necesidades de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID)".
¿Por qué este proyecto?
Inicialmente, se propone una cooperación entre países basada en capacidades, buenas prácticas institucionales demostradas y resultados exitosos. Elementos como innovación, sostenibilidad económica y medioambiental están incluidos en estas capacidades.
Además, se busca compartir aprendizajes sobre procesos y caminos que no han dado buenos resultados. La oferta se enfoca en estrategias para abordar el cambio climático, mejorar la educación y promover una producción agrícola sostenible, transparencia y rendición de cuentas, con el objetivo de planificar un desarrollo nacional integrado.
¿Qué ofrece la República Dominicana?
El proyecto, respaldado por la Constitución, la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) y la Política de Cooperación Internacional para el Desarrollo (PCID), se divide en siete etapas, desde la identificación de las experiencias más sólidas e innovadoras hasta la ejecución de la transferencia de capacidades a otros países, seguido por el seguimiento y evaluación de los acuerdos.
Para la selección de buenas prácticas, el ministerio establece criterios como la replicabilidad, demostración de resultados beneficiosos y sostenibilidad de la experiencia, contribución a los objetivos de desarrollo, metodología novedosa para fomentar un desarrollo inclusivo y disponibilidad para compartir y desarrollar la experiencia.
Fuente: Diario Libre
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 para el proyecto “República Dominicana también coopera”.En concreto, se busca una cooperación técnica basada en la transferencia de capacidades y conocimientos mediante el intercambio de expertos, capacitaciones, como los seminarios, talleres y cursos, el asesoramiento técnico, las pasantías y el acompañamiento a distancia entre otras.El crédico a sectores productivos aumentó 18 % en febrero de este año Todo ello para enfrentar retos como los del cambio climático, generar una educación competente y la producción agrícola sostenible. En total, se plantean cinco maneras distintas de financiación. Una señala que el Ministerio de Economía asumiría el financiamiento y para esto se requiere de la asignación de una partida presupuestal adicional exclusiva para los intercambios seleccionados.Otra de las formas es la de un “presupuesto complementario”. En este caso, la sectorial complementaría los recursos del Mepyd, pero seguiría requiriendo de la asignación de una partida presupuestal adicional.Aunque las brechas de desarrollo se mantienen a nivel nacional y los estragos del COVID-19 persisten, la República Dominicana se sitúa como una de las economías más dinámicas y estables de Centroamérica y el Caribe. Aún así, las relaciones con los otros países permiten asumir una mayor proactividad y liderazgo frente a la comunidad internacional. RELACIONADAS América Latina España destina US$703,000 para fortalecer lucha contra los delitos en RD Como explican desde el ministerio, “ampliar nuestro papel de oferentes permite el afianzamiento de capacidades, la generación de conocimiento, el fomento de la integración regional, la posibilidad de aprovechar recursos como país pivote y una mayor incidencia en las necesidades de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID)”.¿Por qué este proyecto?En un principio, como ha dejado saber el ministerio, se ofrece una cooperación entre países basada en las capacidades, las buenas prácticas institucionales demostradas y que hayan dado buenos resultados.Dentro de estas capacidades entran elementos como la innovación, sostenibilidad económica y medioambiental.Gobierno destaca que inversión en la frontera ha aumentado 81.8 % en dos años También, una de las intenciones es compartir los aprendizajes de procesos y caminos que no hubieran dado buenos resultados. La oferta, sobre todo, se ha enfocado en establecer estrategias contra el cambio climático, conseguir una educación competitiva y una producción agrícola sostenible, llegar a la transparencia y rendición de cuentas para, con todas ellas, planificar un desarrollo nacional.¿Qué oferta la República DominicanaEl proyecto, sustentado por la Constitución, la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) y la Política de Cooperación Internacional para el Desarrollo (PCID), se ha dividido en siete etapas, que van desde la identificación y selección de las experiencia más sólidas e innovadoras hasta la ejecución de la transferencia de capacidades a otros países, terminado por el seguimiento y evaluación de lo acordado.Por ello, y para la selección de buenas prácticas, el ministerio ha determinado que se debe contar con un potencial de replicabilidad, demostrar resultados beneficiosos y la sostenibilidad de la experiencia, contribuir al logro de los objetivos de desarrollo, contar con la incorporación de una metodología novedosa que promueva el desarrollo inclusivo y, por último, garantizar la capacidad disponible para compartir y desarrollar la experiencia. Leer más Consumidores reflejan optimismo con desempeño de la economía en octubre){kind=link}