Las autoridades rusas reportaron que la defensa antiaérea del país logró derribar 16 misiles ucranianos RM-70 Vampire fabricados en la República Checa sobre la región fronteriza de Bélgorod. El ataque fue repelido alrededor de las 17.00 hora local, según el Ministerio de Defensa en Telegram.
Previo a este incidente, tres drones ucranianos fueron interceptados y derribados en la misma región. Además, un edificio de viviendas en Bélgorod sufrió un derrumbe parcial tras un ataque, resultando en la muerte de 15 personas, de acuerdo a las autoridades locales.
El Ministerio de Defensa de Rusia también informó sobre el derribo de dos misiles Tochka-U ucranianos y dos drones en Bélgorod. Posteriormente, se actualizó la cifra a seis misiles derribados y se mencionó que los fragmentos dañaron un edificio de viviendas en la ciudad.
María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, responsabilizó del bombardeo al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y sus "patrocinadores occidentales". Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó que el presidente ruso, Vladímir Putin, fue informado sobre el ataque y dio instrucciones correspondientes.
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