Este viernes India se dirige a las urnas para participar en unas elecciones generales que se extenderán por seis semanas. Un total de 968 millones de ciudadanos están habilitados para votar. El partido BJP, liderado por el Primer Ministro Narendra Modi, es el favorito debido a su sólido desempeño económico. Sin embargo, este éxito es objeto de disputa, incluso en círculos empresariales.
India está en camino de convertirse en la tercera economía más grande del mundo para el año 2029, antes de la finalización del próximo mandato. Esto es lo que promete Narendra Modi respaldado por argumentos sólidos. El crecimiento ha sido constante, con una proyección del 6.8% para este año según el FMI.
Los mega proyectos implementados desde que Modi asumió el cargo han mejorado significativamente la calidad de vida de los habitantes de la India y han impulsado la actividad económica. Además, el país ahora se beneficia de las inversiones de las multinacionales que han abandonado China tras la pandemia de Covid-19. Tanto el BJP como Narendra Modi han destacado esta favorable trayectoria. Sin embargo, según un exgobernador del Banco Central, la pobreza en India persiste y continuará.
Riqueza muy relativa
Este crecimiento rápido y sostenido es insuficiente para elevar el nivel de vida de los 1,400 millones de habitantes del país. La renta per cápita es de tan solo ,600 al año, la más baja entre los BRICS y el G20, situando a India en el puesto 139 a nivel mundial en riqueza per cápita.
En la última década, el número de multimillonarios se ha triplicado, pero los ingresos de la mayoría de los indios se han estancado. Con una redistribución tan limitada, resulta difícil ver cómo el mercado interno puede sostener el crecimiento. El desempleo es uno de los síntomas más evidentes de esta pobreza (8%); la tasa de participación laboral es muy baja y las mujeres están prácticamente ausentes del mercado laboral. La mayoría de los indios sobreviven en el sector informal, muy lejos de la prosperidad de la clase media empleada en servicios.
Ningún milagro chino en el horizonte
La apertura de fábricas orientadas a la exportación, como la que produce los iPhones de Apple, beneficia a la industria y, por ende, al empleo en India. Sin embargo, no se deben exagerar sus efectos. Los inversionistas extranjeros buscan diversificar sus operaciones y ya no desean depender de un solo país, aunque India solo se ha beneficiado en pequeña medida de este movimiento de deslocalización.
El apoyo a la tecnología, una de las prioridades declaradas por el Gobierno, es beneficioso en sí mismo", explica otro ex gobernador del Banco Central, Raghuram Rajan, quien critica el relato excesivamente positivo del éxito económico del Primer Ministro indio. Según él, simplemente proporcionar empleo a la población no es suficiente. Rajan recomienda examinar las industrias tradicionales del país y mejorar el entorno para las inversiones. Los empresarios indios consideran que aún queda mucho por hacer en esta área.
Algunos emprendedores prefieren establecer sus empresas en Singapur debido a la desconfianza en el entorno empresarial de su propio país. La arbitrariedad política, las barreras proteccionistas aún presentes en la industria y la debilidad del mercado interno son algunos de los factores disuasorios, incluso para las grandes dinastías económicas que respaldan completamente a Narendra Damodardas Modi.
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