Según información proporcionada por el Gobierno panameño, aproximadamente 186,969 migrantes han cruzado la selva del Darién, que sirve como frontera entre Panamá y Colombia, en lo que va del año 2024. La mayoría de estos migrantes son de Venezuela y se dirigen hacia Norteamérica en busca de mejores condiciones de vida.
De este total, 122,616 son venezolanos, seguidos por 12,839 ecuatorianos y 12,059 colombianos. También se han registrado migrantes de China, Haití, India, Cuba y otras nacionalidades. En junio, unas 16,955 personas han llegado a Panamá, incluyendo 13,555 adultos y 3,400 menores de edad.
Estas cifras de migrantes en tránsito no difieren mucho de las del año anterior. Organizaciones como Unicef esperan la llegada de 800,000 viajeros irregulares después del flujo migratorio del año pasado.
El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, ha prometido repatriar a los migrantes que lleguen al país a través de la selva, con la ayuda internacional y respetando los derechos humanos. Las autoridades han señalado al Clan del Golfo, la principal banda criminal de Colombia, como responsable de organizar este flujo migratorio.
Estados Unidos ha ofrecido recompensas por información que conduzca a atrapar a los involucrados en el tráfico de migrantes del Clan del Golfo en el Darién. Panamá recibe a los migrantes en estaciones donde se les toma datos biométricos y se les ofrece asistencia antes de llevarlos en buses a Costa Rica para que continúen su viaje hacia Norteamérica.
Existen denuncias de violaciones y otros actos de violencia contra los migrantes, incluyendo mujeres y niñas, por parte de grupos criminales en la selva. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras han reportado casos de violencia sexual en la región.
Después de suspender las actividades de MSF en el Darién, el Gobierno panameño ha firmado un nuevo convenio con la organización Médicos del Mundo-Francia para brindar atención a los migrantes en la zona.
Fuente: Diario Libre
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