El gobierno de Uruguay ha establecido la "residencia por arraigo", una figura legal que permitirá regularizar la situación migratoria de más de 20,000 personas, mayormente provenientes de Cuba, según informó la Cancillería el jueves.
El decreto, firmado por el presidente Luis Lacalle Pou, tiene como objetivo poner fin al limbo en el que se encuentran miles de extranjeros.
Estas personas ingresaron al país como solicitantes de asilo pero no cumplen con los requisitos para ser refugiados, ni pueden obtener la residencia legal de acuerdo con la normativa vigente.
"Apunta a más de 20,000 personas que están en situación irregular", explicó el canciller, Omar Paganini, a los periodistas.
Dijo que se trata principalmente de migrantes de origen cubano que solicitaron asilo al llegar al país por no contar con la visa requerida de Cuba.
Con la nueva normativa, estas personas podrán renunciar al pedido de asilo y solicitar la residencia legal.
Podrán optar por tres tipos de residencia: por arraigo laboral o trabajo por cuenta propia (permanente), por arraigo familiar (permanente) y por arraigo para formación (temporal renovable). Eventualmente también podrán aspirar a la ciudadanía.
Paganini resaltó que el decreto también permite la reunificación familiar, algo que los solicitantes de asilo no podían hacer.
Ante la pregunta sobre si la "residencia por arraigo" podría incentivar la migración a Uruguay, el canciller señaló que esta figura legal se aplica solo a aquellos que ya se encuentran en el país en situación irregular.
Actualmente, la Comisión de Refugiados (CORE), encargada de procesar las solicitudes de asilo, tiene más de 24,000 pedidos pendientes de respuesta, según informó la Cancillería.
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