martes, junio 24, 2025
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Editoriales

El servicio de robotaxi de Tesla llega a Texas

La compañía ha dicho que los propietarios de Tesla podrán convertir sus propios vehículos en taxis autoconducidos que generen ingresos mientras no los utilizan. Sin embargo, el domingo la empresa no proporcionó ningún calendario para ese plan.

La tecnología de asistencia al conductor de Tesla ha sido objeto de investigaciones federales de seguridad, dos retiradas del mercado y múltiples quejas de clientes, relacionadas con informes que señalan que los vehículos frenan bruscamente sin razón aparente o colisionan con objetos inmóviles, incluidos vehículos de emergencia. Esta tecnología, que abarca desde el antiguo Autopilot hasta la más reciente conducción autónoma supervisada o Full Self-Driving (FSD), es distinta de las funciones autónomas propiamente dichas. Con las funciones de asistencia, los conductores deben permanecer al volante y prestar atención en todo momento. Las funciones autónomas, en cambio, no requieren intervención ni supervisión constante del conductor.

Según Sam Abuelsamid, analista especializado en tecnología autónoma de Telemetry Insight, los problemas que presentan estas tecnologías generan dudas sobre la seguridad de la nueva apuesta autónoma de Tesla: "La FSD puede funcionar correctamente durante horas y luego cometer errores muy graves de forma aleatoria, que no siempre son repetibles".

A diferencia de otros desarrolladores de tecnología autónoma, que emplean una combinación de sensores más costosos para detectar obstáculos, Tesla depende únicamente de cámaras. Algunos expertos han cuestionado esta elección, ya que podría causar problemas con el deslumbramiento solar y ha sido señalada como responsable de colisiones anteriores con vehículos de emergencia. No obstante, algunos analistas financieros consideran que esta estrategia podría permitir a Tesla llevar su tecnología más rápidamente a los consumidores, al reducir costos.

Tesla no respondió a las preguntas sobre la seguridad de su robotaxi. Musk declaró a principios de este mes que la compañía está “siendo súper paranoica con la seguridad”.


Una Tesla Cybertruck estacionada en una calle de Los Ángeles, California, el 23 de junio de 2024.
Cybertruck, de Elon Musk, logra por fin la conducción autónoma supervisada

Algunos propietarios de la camioneta eléctrica de Tesla pagaron por esta función cuando la compraron el otoño pasado, y hasta ahora empieza a funcionar.


Tesla entra en un mercado ocupado

Waymo lanzó por primera vez un servicio sin conductor en el área metropolitana de Phoenix, Arizona, en 2020 y ahora opera en partes del Área de la Bahía de San Francisco, Los Ángeles y Austin. Próximamente abrirá operaciones en Atlanta, Georgia, y Miami, Florida, donde los usuarios podrán solicitar un Waymo a través de la aplicación de Uber.

Zoox, propiedad de Amazon, lanzará su propio servicio autónomo en Las Vegas a finales de este año. May Mobility planea ofrecer viajes en Atlanta mediante la app de Lyft este mismo año. Moia, filial de Volkswagen, anunció esta primavera que lanzará un servicio de conducción autónoma en Los Ángeles en 2026, también a través de Uber.

Las experiencias de estas empresas demuestran que Tesla deberá superar diversos obstáculos logísticos antes de lograr una expansión significativa de su servicio de robotaxi. Existen desafíos humanos: operadores remotos que ayuden a los pasajeros confundidos, técnicos que reparen vehículos en su tiempo de inactividad, y personal de limpieza que se encargue de la basura, objetos perdidos o cualquier otro problema dejado por los usuarios.

También hay necesidades de infraestructura. Moia ha operado un servicio eléctrico de viaje compartido en Hamburgo, Alemania, desde 2019, utilizando esa experiencia para prepararse para el despliegue de autos sin conductor. La empresa ha determinado que necesita una red descentralizada bien desarrollada en cada ciudad donde opere. Estos depósitos "albergarán los vehículos y proporcionarán infraestructura de carga y mantenimiento, además de permitir controles de seguridad constantes para cada unidad", explica Sascha Meyer, CEO de la compañía.

En otras palabras, hay una gran diferencia entre tener unos cuantos vehículos autónomos en circulación y ofrecer un servicio de transporte verdaderamente autoconducido.

Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.

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