martes, junio 24, 2025
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Editoriales

Festival Mar de palabras

«Leer. Pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados».

Así reza en el Diccionario de la lengua española la primera acepción del verbo leer. Además el diccionario académico añade otra acepción: «Entender o interpretar un texto de determinado modo».

Leer es hoy un acto personal, íntimo, que tiene el poder de retraernos hacia nosotros mismos y, al mismo tiempo, de hacernos mirar más allá, hacia dentro o hacia fuera.

No siempre fue así. Basta recordar las lecturas en voz alta de los personajes del Quijote en la venta de Juan Palomeque. El que sabía leer lo hacía en voz alta y los demás escuchaban embelesados.

Todavía nuestras abuelas nos reunían alrededor de su mecedora para contarnos historias, cantarnos versos o tentarnos con enrevesados trabalenguas. Y aunque hoy leemos en silencio, abstraidos de nuestro entorno, los amantes de los libros sabemos que la lectura tiene esa otra dimensión compartida que la completa y la enriquece.

Escribió Emily Dickinson que «para viajar lejos no hay mejor nave que un libro». Este próximo fin de semana nuestra nave de la lectura arriba a puerto en Santo Domingo de Guzmán, cargadas sus bodegas de contadores de historias, de Sherezades dispuestas a salvar su vida y la nuestra.

Tal es el poder de la literatura. Y la nave llega a las orillas del Caribe, transformado en un mar de palabras, de nuestras palabras.

La Fundación René del Risco Bermúdez nos brinda el festival internacional de literatura Mar de Palabras. Un destacado grupo de escritores hablarán de libros y lecturas. Celebrarán el placer de compartir pasión y conocimiento.

Y, durante tres días, la palabra escrita cederá el protagonismo a la palabra hablada. Seremos una vez más mercaderes en torno a la hoguera en el desierto, emir y Doniazada sobre una mullida alfombra o huéspedes de Juan Palomeque.

Ese diálogo mudo que los lectores entablamos con los libros tiene una sabrosa extensión en el diálogo con otros lectores: si hay algo que nos gusta casi tanto como leer, eso es hablar de libros.

Si, además, tenemos la oportunidad de escuchar hablar de ellos en primera persona de boca de sus creadores –y son muchos y muy buenos los que desembarcarán en Mar de Palabras– el disfrute y el enriquecimiento están garantizados.

La Fundación René del Risco Bermúdez nos propone Mar de Palabras, el primer festival internacional de literatura en la región del Caribe, como un espacio abierto para dialogar sobre libros, para inspirar a leerlos, para conocer más sobre ellos y sobre su proceso de creación; en definitiva, para divulgar la pasión por la lectura.

Y creo, sinceramente, que Mar de Palabras llega en el momento acertado. Tantas veces nos hemos quejado de que en la República Dominicana no se lee. Pero yo siento que eso está cambiando, muy al paso y en pequeños círculos, pero lo hace.

Escribía Emilio Lledó en su libro Necesidad de la literatura que «los libros nos dan más, y nos dan otra cosa. En el silencio de la escritura cuyas líneas nos hablan, suena otra voz distinta y renovadora». Aun cuando nuestro destino sea lejano, esa voz de la literatura nos acerca a él. Y esta semana en Santo Domingo se oirá clara, distinta y renovadora la voz de la literatura.

Camino de vuelta

Fuente: Diario Libre

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