Según las estadísticas, el mundo produce anualmente alrededor de 11,200 millones de toneladas de residuos sólidos, de los cuales solo se recicla el 20 %. Esta basura acumulada, especialmente en países con servicios de reciclaje deficientes, causa contaminación en el aire, en el agua, en el suelo y en el océano, afectando tanto a la salud de las personas como a los ecosistemas.
Estos datos se enmarcan en la celebración del Día Internacional del Reciclaje el 17 de mayo, aunque también es importante mencionar la creación del Día Internacional de Cero Residuos el 30 de marzo de 2022, con el objetivo de minimizar la generación de residuos en la medida de lo posible.
Actualmente, se ha identificado que la humanidad enfrenta tres crisis interconectadas: la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, todas ellas relacionadas con la extracción de recursos para la producción industrial, las emisiones de gases a la atmósfera y la generación de residuos durante los procesos productivos.
Las normativas ambientales a nivel mundial promueven la prevención, la reutilización y el reciclaje de residuos, además de fomentar la concienciación ambiental. Actualmente, el objetivo principal es impulsar la economía circular, que consiste en dar un segundo uso a los materiales separados como residuos.
A pesar de los esfuerzos, la generación de basura sigue en aumento, especialmente debido a que ciertos envases y productos de un solo uso tienen una vida útil muy corta. Mientras duran unos pocos minutos en manos del consumidor, pueden tardar hasta 500 años en descomponerse, contribuyendo a la escasez de recursos naturales y al agotamiento de agua.
En lo que respecta al plástico, su producción mundial ha pasado de 2,2 millones de toneladas en 1950 a 460 millones de toneladas en 2019, y se espera que alcance las 1,500 millones de toneladas para 2050. El plástico, fabricado en un 99 % a partir de petróleo, es uno de los principales responsables de la contaminación y del calentamiento global debido a sus emisiones.
Anualmente, alrededor de 13 millones de toneladas de plásticos terminan en los océanos, generando una grave amenaza para la vida marina. Según estimaciones, para el año 2025 podría haber más plástico que peces en el océano.
Otro dato impactante es que una compra promedio en un supermercado puede incluir hasta 16 kilos de productos, de los cuales tres kilos son solo envases. Este exceso de envoltorios contribuye significativamente a la generación de residuos.
El foro internacional Waste in Progress promueve la prevención de residuos, defendiendo que la mejor estrategia de reciclaje es evitar su generación. La moda rápida y el consumo desmedido son responsables de un gran impacto ambiental, principalmente en la contaminación del agua y en las emisiones de CO2.
En países como Ghana, se acumulan residuos electrónicos en grandes cantidades, superando la capacidad de reciclaje de estos dispositivos. Según un informe de la ONU, en 2022 se produjeron alrededor de 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, un incremento del 82 % desde 2010.
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