La Unión Europea ha guardado silencio ante la victoria de la extrema derecha en las elecciones legislativas francesas, coincidiendo con la presidencia rotatoria del líder húngaro Viktor Orban, también de extrema derecha, en el bloque durante seis meses.
Bruselas ha optado por no hacer comentarios hasta que se resuelva la segunda vuelta de las elecciones en Francia. Aunque la Comisión Europea no suele pronunciarse sobre los comicios en los Estados miembros, sigue con atención y preocupación lo que ocurra.
Francia, como miembro fundador de la Unión Europea y parte importante del eje franco-alemán, despierta gran interés en Bruselas. Se considera que la cooperación entre Francia y Alemania impulsa el avance de la Unión, pero si la extrema derecha llegara al poder en Francia, la situación podría cambiar drásticamente, afectando a la Unión.
En medio de esta incertidumbre política, Hungría toma el liderazgo del Consejo de la Unión Europea, representando a los Veintisiete. Con su lema de "Make Europe Great Again", emulando a Donald Trump, Budapest ha generado preocupación en Bruselas sobre sus intenciones durante los próximos 6 meses.
Hungría, que ha sido objeto de críticas por violar el Estado de Derecho, enfrenta el reto de demostrar pragmatismo para avanzar en su agenda, a pesar de las discrepancias con la Unión Europea.
Fuente: Diario Libre
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