El Gobierno de Cuba participa en la nueva ronda de conversaciones migratorias con EE. UU. que inicia este martes con expectativas moderadas en el ámbito político debido a desencuentros recientes, aunque se reconoce la importancia de los contactos a nivel operativo.
El tema de la migración es crucial para ambos países, pero desde perspectivas diferentes, lo que dificulta su conciliación. Para Cuba, supone una importante pérdida demográfica y social, aunque ha servido como alivio en medio de una grave crisis económica. Por otro lado, para Washington, es un tema candente especialmente en un año electoral.
Estas reuniones sobre migración, que son parte de los dos encuentros anuales acordados con la administración del presidente Joe Biden, se llevarán a cabo en Washington durante martes y miércoles, con una primera jornada de carácter político y una segunda más técnica.
A pesar de que las autoridades cubanas reconocen que las relaciones bilaterales han sido afectadas en las últimas semanas por intercambios de declaraciones tras las protestas en la isla y el resurgimiento del "síndrome de La Habana" en EE. UU., consideran que la comunicación a nivel operativo sigue funcionando, contribuyendo al éxito de la cooperación migratoria.
En cuanto a la posición de EE. UU., se destaca la devolución de cubanos que han ingresado de forma irregular en el país, con un total de 325 personas repatriadas en lo que va del año en nueve operaciones.
Voluntad y crítica
A pesar de la coordinación en temas operativos, Cuba no espera ampliar el diálogo político sobre migración en esta ronda de conversaciones. El gobierno cubano percibe una falta de voluntad por parte de EE. UU. para mejorar las relaciones bilaterales, especialmente en un año electoral como el actual.
Adicionalmente, se denuncian las acciones de EE. UU. contra las polémicas misiones médicas cubanas y las medidas para limitar la financiación federal de pequeñas empresas privadas en la isla.
Sin embargo, el principal obstáculo en el tema migratorio, según el gobierno cubano, son las sanciones estadounidenses, que han incentivado la salida de cubanos debido al impacto en la economía del país.
En el ámbito migratorio, Cuba critica que EE. UU. no devuelva a todos los cubanos que llegan de forma irregular, acogiéndolos en su territorio, y sigue sin tramitar visados de no migrante en la isla.
Se reconoce que el consulado de EE. UU. en Cuba ha estado tramitando las visas comprometidas en acuerdos migratorios durante los últimos dos años. Un total de 425,000 cubanos han ingresado en EE. UU. de forma irregular en los últimos dos años fiscales.
Las conversaciones estarán lideradas por Eric Jacobstein, subsecretario de Estado adjunto para América Central, y Carlos Fernández De Cossío, viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba. EFE
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