El sur de Líbano lleva seis meses siendo bombardeado diariamente por la metralla israelí, lo que sirve como un recordatorio constante de la amenaza de guerra con Israel. La sensación de inseguridad en la zona está en aumento.
En Líbano, la mayoría de las más de 300 personas fallecidas a causa de los ataques israelíes son miembros de Hezbolá, pero también hay muchas víctimas civiles. La misión de paz de la ONU, que ha estado presente en el sur de Líbano durante décadas, observa con impotencia la escalada de violencia entre el Gobierno israelí y Hezbolá desde octubre.
“No se trata de una guerra abierta”
Andrea Tenenti, portavoz de la misión, expresa su preocupación: “La situación es alarmante. Hemos estado instando a las partes a volver a la mesa de negociaciones políticas, ya que no hay una solución militar a este conflicto en el sur de Líbano. Los bombardeos han devastado municipios cercanos a la frontera hasta siete kilómetros”, afirma.
El territorio fronterizo del sur de Líbano con Israel se ha convertido en una zona de guerra. A pesar de ello, Tenenti prefiere no utilizar el término guerra: “Lo que vemos en el sur de Líbano es un intenso intercambio de fuego, no una guerra declarada. La mayoría de los bombardeos ocurren cerca de la frontera”, explica.
Por el momento, los miles de cascos azules desplegados en la zona bajo fuego cruzado y los mediadores de la ONU no logran detener las hostilidades, y no parece que estén cerca de lograrlo. “La frustración es algo humano que estamos sintiendo, especialmente en estos días con estos continuos enfrentamientos”, comenta el portavoz.
Israel “tiene tendencia a las invasiones”
Houssam, residente del sur de Líbano, cree que el país se encuentra en guerra. Señala que el sentimiento de inseguridad es predominante en la región. “Mucha gente ha perdido su trabajo y no hay suficientes viviendas para los desplazados… Creo que estamos en medio de una guerra oculta. Estamos en guerra”, declara.
Para muchos libaneses, la proximidad con Israel les hace sentir que la guerra siempre está a la vuelta de la esquina: “Vemos la guerra con Israel como algo inevitable. Consideramos a Israel como un Estado con tendencia a las invasiones o a iniciar conflictos con sus vecinos”, opina Houssam.
El miedo de los libaneses se basa en su reciente historia. La última guerra con Israel tuvo lugar hace 18 años, en 2006: “Aquella guerra fue terrible. Los adultos que la vivimos tenemos más miedo ahora que los niños de seis años, ya que ellos aún no han experimentado un conflicto con Israel”, concluye.
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