La Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) y el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) comenzaron la noche de este viernes el plan piloto del uso de alcoholímetros en la avenida Winston Churchill, en el Distrito Nacional.
Siendo un poco más de las 9 de la noche instalaron sus carpas en la concurrida avenida. Además de la presencia de decenas de agentes de Digesett debidamente equipados con los respectivos alcoholímetros y cámaras corporales, se desplegaron varias ambulancias, patrullas y grúas de la entidad, así como conos reflectores.
Pero pasadas las 10 de la noche fue cuando los agentes comenzaron a detener a los conductores para verificar si estaban bajo los efectos del alcohol.
"Tome aire y ahora sople aquí", le dijo una agente a un conductor. Acto seguido le acercó el aparato. También le pidió sus documentos y le dijo que siguiera hasta la carpa.
En una hora, 30 conductores fueron fiscalizados. Al menos cinco dieron positivo. Los conductores fueron seleccionados de forma aleatoria.
El operativo piloto se extenderá hasta las 4 de la madrugada del sábado. Y será retomado en horas de la noche, en diferentes puntos de la ciudad.
El objetivo es fortalecer la vigilancia del tránsito y prevenir accidentes por conducción bajo los efectos del alcohol.
El titular de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), general de brigada Francisco Osoria de la Cruz, explicó que en este plan piloto participan más de 60 miembros de la institución y que cuentan con 36 dispositivos disponibles, los cuales se distribuirán en las principales avenidas del Distrito Nacional, como Winston Churchill, Abraham Lincoln, Máximo Gómez, 27 de Febrero, y John F. Kennedy, entre otras.
¿Y si el resultado es positivo?
Osoria especificó que a los conductores que excedan los niveles permitidos de alcohol se les solicita su documentación, se les ofrece agua y se les permite llamar a un familiar para que retire su vehículo y los lleve a casa, además se le da orientación, de que no debe conducir bajo los efectos del alcohol.
"Por el día de hoy no se están reteniendo automóviles ni aplicando sanciones, ya que este es un plan piloto", enfatizó el director, quien además exhortó a la población a no consumir bebidas alcohólicas al momento de conducir. Indicó que el operativo se realizará todos los días.
Límite legal en la toma de muestra
El alcoholímetro muestra el porcentaje de BAC (Blood Alcohol Concentration) de alcohol en la sangre. En República Dominicana, según la Ley 63-17 sobre Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial el límite legal es de 0.5 gramos por litro de sangre para conductores particulares, mientras que, para los choferes del transporte público o vehículos pesados, es más bajo, de 0.2.
Los conductores que excedan los límites permitidos pueden enfrentar sanciones que incluyen multas de cinco a diez salarios mínimos, suspensión de la licencia o incluso la detención.
El artículo 259 de la ley establece que, si la prueba del alcoholímetro resulta positiva, el agente de la Digesett podrá mantener al conductor bajo vigilancia durante un máximo de cuatro horas. No obstante, el conductor podrá marcharse de inmediato si un familiar o persona relacionada se presenta y se responsabiliza de llevarlo a su destino.
Estos dispositivos miden la concentración de alcohol en el aire exhalado y en la sangre, permitiendo detectar si una persona ha consumido alcohol y el nivel de intoxicación.
Intrant lo advirtió
El director del Intrant, Milton Morrison, anunció el pasado jueves que harían la prueba piloto para evitar que los ciudadanos "se sorprendan" cuando, en ciertos puntos críticos seleccionados por la Digesett, se implementen estos controles.
"Lo que se trata es de salvar vidas. Los alcoholímetros son para evitar que los borrachos que anden en la calle atropellen personas", dijo el funcionario.
La implementación del uso de alcoholímetros no requirió inversión por parte del Estado, ya que los equipos a utilizar son los que fueron donados en 2018 por la Alianza Internacional para el Consumo Responsable (IARD), y la industria de bebidas alcohólicas regional y local. Así como la colaboración del Instituto Dominicano para la Calidad (Indocal).
Este proyecto se detuvo en 2020, debido a la llegada del COVID-19 a nivel global, como medida sanitaria por las implicaciones del proceso.
Fuente: Diario Libre
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