Los haitianos se apresuraron a adquirir provisiones y otros productos esenciales el jueves después de salir de sus hogares durante una inusual pausa en la actividad violenta de las bandas en Puerto Príncipe, pero poco después se reanudaron los tiroteos en el centro de la ciudad.
Las vendedoras ambulantes que llevaban cargas pesadas en la cabeza huyeron del área mientras las balas silbaban cerca de edificios como el hospital general, el Palacio Nacional y la principal prisión en otro ataque en la capital haitiana. Un policía rápidamente atendió la pierna de un hombre herido en medio de los disparos.
Los disparos se escucharon por la tarde, después de que reporteros de The Associated Press presenciaran otra serie de evacuaciones de extranjeros que habían quedado varados en Puerto Príncipe desde que comenzaron los ataques el 29 de febrero.
Las pandillas han atacado estaciones de policía, el principal aeropuerto internacional (que permanece cerrado) y dos de las prisiones más grandes de Haití, liberando a más de 4.000 reclusos.
Decenas de personas han fallecido y alrededor de 17.000 han quedado sin hogar mientras las bandas continúan asaltando vecindarios.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó de manera enérgica la violencia perpetrada por las pandillas armadas y resaltó la necesidad de que la comunidad internacional intensifique sus esfuerzos para brindar ayuda humanitaria a la población y apoyar a la Policía Nacional de Haití.
Además, ha solicitado la pronta implementación de una fuerza policial respaldada por la ONU desde Kenia, un despliegue que ha sido retrasado.
El Departamento de Estado de Estados Unidos informó el jueves que ha evacuado a más de 160 ciudadanos estadounidenses de Haití desde el domingo, la mayoría desde Cabo Haitiano. Las primeras evacuaciones de americanos de Puerto Príncipe comenzaron el miércoles.
Los líderes de los países caribeños están presionando para que se establezca formalmente un consejo presidencial de transición, encargado de seleccionar a un primer ministro interino y un consejo de ministros.
El primer ministro Ariel Henry, que aún no ha podido regresar a Haití, ha prometido renunciar una vez que se forme el consejo.
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