José Serra ha pasado de ser un reconocido cazatalentos para un equipo de las Grandes Ligas a un suministrador de diamantes de alto quilates a toda la industria.
Durante 24 años, Serra fue los ojos de los Cachorros en la isla, como scout y director de la academia de Chicago en el país, un tramo en el que reclutó a figuras como Starlin Castro, Welington Castillo, Eloy Jiménez, Carlos Mármol, Juan Carlos Cruz y Jeimer Candelario.
Sin embargo, cuando el 31 de octubre de 2020 terminó su contrato no se le renovó como había ocurrido de forma ininterrumpida desde 1996, en medio de la reestructuración por el COVID-19. En lugar de salir al mercado a tocar puertas con su vasta experiencia y gran prestigio, Serra emprendió en el competitivo mundo de la formación de jugadores, abrió un programa consciente de que podría trabajar un cuatrienio para ver el primer dólar.
“La pelota como está hoy, si sales a buscar peloteros para firmarlo ahora mismo no los va a encontrar, porque o están firmados, o están amarrados, o alguien lo tiene. Entendí que debía prepararme, con tres años de anticipación, con trabajo duro sin cobrar, pero le dije a mi equipo que después de ese tiempo no nos íbamos a parar, si Dios lo permite. Firmamos en 2024, en 2025, tenemos muchachos para firmar en 2026, 2027 y 2028”, explicó Serra a Diario Libre.
Acertó en el pronóstico
La hoja de ruta ha ido tal cual y en enero de 2024 llegaron las primeras firmas de talentos preparados por la Serra’s Cubbies Baseball Academy, que opera al nordeste de San Pedro de Macorís, en ruta a Ramón Santana, con 30 niños y ocho entrenadores.
Estrenaron la zafra el jardinero Leonardo Pineda, por 1,7 millones de dólares con los Rays, y el torpedero Alver Medina, por 350 mil dólares con los Twins.
Ahí se materializó el paso de ser un empleado que autorizaba cheques desde cuatro a siete dígitos a un suplidor de una industria que el año pasado autorizó casi 100 millones de dólares en el fichajes de adolescentes dominicanos.
“Esta parte del negocio es bastante competitiva. Para mí no es problema reconocer talento porque de eso es que he vivido y al niño se le puede descubrir el talento desde el principio, desde que pisa un play tú lo ve, que tiene algo diferente a los otros, eso se puede notar. Pero hay que estar temprano, tomar al jugador bien joven, a veces comprarlo, hay que estar arriba de él, hay que dedicarse prácticamente a cuidar niños, a darle educación”, dijo Serra, que ha firmado a 10 jóvenes en 13 meses.
Le favoreció el dilema Sasaki
El pasado 15 de enero, el proyecto conectó otro jonrón. Serra tenía “apalabreado” hacía meses al torpedero Darell Morel por 900 mil dólares con los Dodgers, pero el siete de enero el equipo le comunicó que hasta que no se definiera el futuro del japonés Roki Sasaki no podía firmar al dominicano. Una decisión que el desarrollador rechazó, puesto entendía ponía en peligro el futuro de su talento. Salió a presentarlo a otros equipos, la mayoría ya con el dinero comprometido, pero los Piratas quedaron tan impresionados que doblaron el monto que los Dodgers pagarían.
Morel firmó con los Piratas por 1,8 millones de dólares. Del programa también fue reclutado Jean Michael Coret, con los Rays, por 1,6 millones de dólares.
“Les dije que no iba a condicionar el futuro de mi pelotero, nuestra academia, nuestra inversión a lo que los Dodgers decidan o Sasaki decida. Es cierto que es un pelotero listo para jugar en Grandes Ligas ya, el mío no, pero son los peloteros los dos”, dijo Serra.
“Mi pelotero va a firmar el día 15 (de enero) con los Dodgers si lo quieren firmar, sino, firmará con otro equipo, porque tengo es un tolete, de 6’4 de estatura, shortstop, corre 6’4 (segundos en las 60 yardas), batea a la zurda, la saca, buena defensa… pudiera ser algo así como Elly de la Cruz. Me fui, a todo el mundo le gustaba el pelotero y los Piratas lo firmaron, en ese momento no todo el mundo tenía dinero, lo tenía comprometido, pero a los Piratas le quedaba”.
En varias posiciones
Lo explica este nacido en Pimentel (Duarte) hace 53 años, que emigró a la Sultana del Este a vivir en casa de un hermano donde trabajó como vendedor de pollos al detalle. Luego firmó con los Orioles por 2,500 dólares en 1994 y estuvo dos años en el sistema y liga independiente en Estados Unidos.
Su experiencia en oficina incluye haber sido gerente en Lidom de las Estrellas (2014-2017) y asistente de los Gigantes (2018-2019).
El caso suyo no es único. En el pasado reciente, reconocidos escuchas que pasaron décadas trabajando para equipos del Big Show emprendieron proyectos como desarrolladores independientes. Félix Francisco y Juan Mercado son solo dos casos.
Fuente: Diario Libre
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