Las disidencias de la extinta guerrilla de las FARC anunciaron este jueves un cese al fuego durante la COP16 en la ciudad colombiana de Cali, que se prepara para celebrar la cumbre sobre biodiversidad a finales de octubre en medio de una arremetida guerrillera.
"Para garantizar el desarrollo de la COP16, informamos que decretamos la suspensión de operaciones militares ofensivas contra la fuerza pública en la ciudad de Cali, en el periodo comprendido entre el 11 de octubre y el 6 de noviembre", indicaron en un comunicado las disidencias que se apartaron de los acuerdos de paz de 2016 firmados por el grueso de la entonces FARC.
El comandante Andrés Patiño del denominado Estado Mayor Central (EMC) anunció también la medida en un video difundido en las redes de la organización, acompañado de una decena de hombres armados con fusiles y vestidos de camuflaje, junto a una bandera de Colombia, en una zona boscosa.
"No se ve con buenos ojos que mientras a nivel internacional llevamos la batuta en discusiones de este tipo (medioambientales), internamente en nuestro país se siga imponiendo el militarismo por encima de las vidas", agregó el comandante del Bloque Jacobo Arena, una escisión del EMC que en abril rompió las conversaciones de paz que sostenía con el gobierno de Gustavo Petro.
Los poblados alrededor de la tercera ciudad de Colombia, de 2,2 millones de habitantes, han sido escenario de violencia por parte de los rebeldes de cara a la cumbre mundial, que se celebrará del 21 de octubre al 1 de noviembre.
En medio de su ofensiva, el EMC había lanzado una amenaza a Petro el 16 de julio: "La COP16 fracasará aunque militarice con gringos (ndlr: estadounidenses, extranjeros) la ciudad", advirtieron entonces en otro comunicado.
COP16, bajo amenazas
Ataques con explosivos, balaceras y amenazas mantienen bajo el terror a varios municipios de los departamentos del Valle del Cauca (suroeste) y Cauca, bastiones del EMC que desde 2023 registran un aumento sostenido en las cifras de delitos violentos como el homicidio y la extorsión.
Entre los poblados cercanos a Cali más afectados está el municipio de Jamundí, de unos 130.000 habitantes, ubicado a una hora de la sede la cumbre, donde los ataques armados y enfrentamientos se han vuelto constantes, aseguraron pobladores a la AFP.
El comité de la cumbre, que espera recibir por lo menos 12,000 visitantes, expositores y diplomáticos de 90 países, se comprometió a velar por la seguridad del evento. Una docena de jefes de estado han confirmado su asistencia, según el alcalde de Cali Alejandro Eder.
"Cualquier amenaza la tomamos en serio", dijo a la AFP el alcalde a finales de julio. Sin embargo, aseguró estar "tranquilo" de que la COP16 será un éxito.
Según el general de la policía William Castaño, gerente de la seguridad de la cumbre, más de 10.000 uniformados conformarán un esquema de defensa e inteligencia llamado "Plan colibrí" con el apoyo de Interpol, Europol y Ameripol.
El grupo de disidentes que anunció la tregua está bajo el mando de Iván Mordisco, un cabecilla rebelde que empezó a negociar la paz el año pasado, pero se levantó de la mesa en abril.
Tras esa decisión del jefe guerrillero, la mitad del EMC se mantuvo en los diálogos y el otro 50% intensificó sus ataques con explosivos, especialmente en poblados cercanos a Cali.
Los guerrilleros se han referido con frecuencia en su cuenta de X a la COP16 como "discursos que disfrazados de ambientalismo impulsan el militarismo" y señalan al presidente Petro de mentir con su política de protección de la naturaleza.
Petro, el primer izquierdista en el poder de Colombia, apuesta por una salida negociada a seis décadas de conflicto armado que deja 9,5 millones de víctimas.
Su gobierno sostiene diálogos de paz con las disidencias de las FARC y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Fuente: Diario Libre
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