Una disputa legal acerca del acceso a la mifepristona, un fármaco comúnmente utilizado para interrumpir el embarazo, ha llegado al Tribunal Supremo. En un lado se encuentran organizaciones antiabortistas y en el otro la Administración de Alimentos y Medicamentos.
Casi dos años después de la anulación del caso Roe contra Wade por el Tribunal Supremo, lo que eliminó el estatus de derecho fundamental al aborto en Estados Unidos, el tema vuelve a ser central. La decisión de este tribunal tendrá consecuencias sobre el acceso al aborto, el proceso de aprobación de medicamentos y el intenso debate político en torno a los derechos de las mujeres.
El tribunal deberá determinar si las autoridades modificaron ilegalmente las regulaciones sobre el uso de la mifepristona. Los activistas antiabortistas argumentan que se ignoraron cuestiones de seguridad.
En Estados Unidos, dos tercios de los abortos son farmacológicos. Desde su aprobación en el año 2000, casi seis millones de mujeres han utilizado la píldora abortiva.
Los defensores de los derechos reproductivos temen que la restricción del acceso a este fármaco sea un primer paso hacia la prohibición del aborto.
Y ahora la píldora abortiva: Cronología del ataque a los derechos reproductivos en EE.UU.
El Tribunal Supremo de EE.UU. se prepara para mediar en la guerra a las píldoras abortivas
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