, el jefe del Kremlin fue recibido por funcionarios chinos y una guardia de honor y luego abordó una limusina negra.Se trata del primer viaje al extranjero de Putin desde su reelección en marzo pasado y su segundo a China en poco menos de seis meses.Putin califica de "horrible crimen" el atentado contra el primer ministro eslovaco Este será el cuarto encuentro cara a cara entre los dos líderes desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero de 2022.Pocos días antes del lanzamiento de la invasión, Rusia y China afirmaron su amistad "sin límites" y desde entonces su relación diplomática y comercial se ha fortalecido."El presidente Xi Jinping intercambiará puntos de vista con el presidente Putin sobre las relaciones bilaterales, la cooperación en diversos campos y las cuestiones internacionales y regionales de interés común", había indicado la víspera un portavoz, Wang Wenbin, en una conferencia de prensa.Por su parte, el Kremlin indicó que ambos presidentes tenían previsto dialogar sobre su "asociación global y cooperación estratégica".Además de firmar una declaración conjunta, los dos presidentes asistirán a una ceremonia para conmemorar el 75 aniversario de las relaciones diplomáticas bilaterales, precisó el Kremlin.Muchos expertos apuntan a que Rusia depende cada vez más de China, convertida en un socio económico crucial ante la avalancha de sanciones occidentales decretadas en respuesta a su ofensiva militar en Ucrania.En los últimos meses, China ha ignorado las críticas occidentales sobre sus vínculos con Moscú, al tiempo que se beneficia de las importaciones de gas y petróleo a precios reducidos de su vecino.El comercio entre China y Rusia se disparó a partir de la invasión de Ucrania y alcanzó los 240.000 millones de dólares en 2023, según las cifras de aduanas chinas.Pero las exportaciones chinas a Rusia cayeron en marzo y abril de este año por la amenaza de Washington de sancionar a las instituciones financieras que apoyen la operación bélica de Moscú."Es el primer viaje de Putin después de su posesión y por lo tanto está destinado a mostrar que las relaciones sino-rusas aumentan de nivel", declaró a la AFP el analista ruso independiente Konstantin Kalachev."Sin olvidar la amistad personal visiblemente sincera entre ambos dirigentes", añadió){kind=link}
El presidente ruso, Vladimir Putin, arribó el jueves a China para un viaje de dos días en el que se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping, y buscará obtener mayor respaldo para sus acciones en contra de Ucrania.
Imágenes difundidas por la televisión rusa mostraron a Putin descendiendo de su avión en Pekín a las 04H30 hora local (20H30 GMT del miércoles), siendo recibido por funcionarios chinos y una guardia de honor antes de abordar una limusina negra.
Esta visita representa el primer viaje al extranjero de Putin desde su reelección en marzo y su segunda visita a China en menos de seis meses.
Esta será la cuarta ocasión en que los dos líderes se reúnan cara a cara desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero de 2022.
Antes del comienzo de la invasión, Rusia y China habían expresado su amistad "sin límites", fortaleciendo su relación diplomática y comercial desde entonces.
La agenda de la visita incluye discusiones sobre las relaciones bilaterales, cooperación en diversos ámbitos y temas internacionales de interés mutuo, así como la firma de una declaración conjunta para conmemorar el 75 aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
En los últimos meses, la dependencia de Rusia de China como socio económico clave ha aumentado, especialmente debido a las sanciones occidentales impuestas en respuesta a la ofensiva militar en Ucrania.
A pesar de las críticas occidentales, China ha continuado sus lazos con Rusia, beneficiándose de importaciones de gas y petróleo a precios reducidos. El comercio entre ambos países ha aumentado significativamente desde la invasión de Ucrania.
El viaje de Putin a China pretende mostrar un fortalecimiento de las relaciones sino-rusas, demostrando la amistad personal entre ambos líderes según el analista ruso independiente Konstantin Kalachev.
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