En Olimpia, frente a las ruinas de 2.600 años del templo de Hera, la llama de los Juegos que se llevarán a cabo en la capital de Francia del 26 de julio al 11 de agosto se encendió el martes alrededor de las 12:15 p.m. hora local (09:15 GMT).
Según la tradición, la antorcha se encendía con los rayos del sol y un espejo parabólico, pero debido al clima, se utilizó una llama de reserva proveniente del ensayo general del día anterior. Cientos de personas y muchos periodistas de diferentes lugares del mundo se acercaron para presenciar este evento.
La ceremonia en las ruinas del templo de Hera fue presidida por la presidenta de la República, Katerina Sakellaropoulou. Presentes estaban la ministra francesa de Deportes y de los Juegos Olímpicos, Amélie Oudéa-Castéra, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
Mensaje de "esperanza"
Después de una coreografía inspirada en la antigua Grecia, el atleta olímpico griego Stefanos Duskos recibió la antorcha y el ramo de olivo que viajarán por toda Grecia en los próximos días. La nadadora francesa Laure Manaudou, ganadora del título olímpico en los 400 metros libres en los Juegos de Atenas de 2004, fue la primera relevista francesa.
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach, destacó el mensaje de "esperanza" que simboliza la llama olímpica, símbolo de paz en la antigüedad, en un momento marcado por conflictos en Ucrania y Oriente Próximo.
Vale la pena recordar que el recorrido de la llama olímpica y su entrega a la ciudad anfitriona es uno de los actos más simbólicos de los Juegos Olímpicos griegos.
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