Un juez de la Corte Suprema de Justicia de Brasil ha otorgado un plazo de 48 horas al expresidente Jair Bolsonaro para que explique su estancia de dos días en la embajada de Hungría después de que la Policía Federal confiscara su pasaporte.
Esta decisión fue tomada por el magistrado Alexandre de Moraes, quien lidera las investigaciones en el alto tribunal relacionadas con la trama golpista que pretendía derrocar el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, según lo informado por el abogado del líder de extrema derecha en medios locales.
La orden del juez surge luego de que el periódico The New York Times señalara que Bolsonaro estuvo refugiado en la Embajada de Hungría en Brasilia del 12 al 14 de febrero, cuatro días después de que la Policía Federal llevara a cabo una operación en su contra y contra su círculo cercano por el intento golpista.
Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, obtenidas por el periódico, muestran al exmandatario (2019-2022) en las instalaciones diplomáticas en compañía de escoltas, el embajador húngaro y diplomáticos de ese país europeo.
Ante la divulgación de esta noticia, los abogados de Bolsonaro afirmaron que el expresidente brasileño estuvo "dos días alojado" en la embajada de Hungría en calidad de invitado para discutir política con autoridades húngaras, descartando cualquier otra interpretación como la solicitud de asilo, la cual consideran como "ficción".
Como consecuencia de esta situación, el ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil convocó al embajador de Hungría, Miklós Halmai, para que explicara la presencia del exmandatario en la embajada de su país.
En la operación policial del 8 de febrero contra implicados en la trama golpista contra Lula, varias personas cercanas a Bolsonaro fueron detenidas, y se impuso al exmandatario una serie de medidas cautelares, incluyendo la confiscación de su pasaporte, la prohibición de salir del país y la prohibición de comunicarse con otros investigados en el proceso que intentó anular las elecciones presidenciales de 2022, en las que resultó victorioso el progresista Lula, con el objetivo de mantener a Bolsonaro en el poder.
A pesar de que el expresidente es solo un investigado en este caso, su futuro judicial se ha complicado tras los testimonios proporcionados a la Policía por Marco Antonio Freire Gomes y Carlos Baptista Júnior, ex altos mandos del Ejército y la Fuerza Aérea. Ambos declararon haber mantenido varias reuniones con Bolsonaro y sus asesores más cercanos, quienes les invitaron a respaldar un plan golpista que involucraba la intervención del Tribunal Superior Electoral, la imposición de un estado de sitio, la detención de jueces y del jefe del Congreso. EFE
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