miércoles, febrero 5, 2025
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Exámenes médicos para prevenir cinco tipos de cáncer

Las personas pueden reducir el riesgo de padecer varios tipos de cáncer si toman decisiones saludables, siendo la medicina preventiva una de las más efectivas para diagnosticar enfermedades antes de que se manifiesten o para detectarlas en fases tempranas, cuando son más tratables.

Mediante exámenes rutinarios, análisis de sangre y ciertas pruebas de detección se pueden diagnosticar, a tiempo, varios tipos de cáncer (como el colorrectal, de mama, de pulmón, piel y próstata, entre otros) permitiendo recibir un tratamiento más efectivo y evitar complicaciones o hasta mejorar las tasas de supervivencia.

Otra práctica a nivel de prevención de esta enfermedad es a través de vacunas contra ciertas infecciones virales como Virus del Papiloma Humano (VPH) para el cáncer de cuello uterino y hepatitis B para prevenir cáncer de hígado.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), alrededor de 4.2 millones de casos de cáncer se diagnosticaron en el año 2022 en la región de las Américas, y se estima que esa cifra aumentará a 6.7 millones en el 2045. Sin embargo, un 30 % de estos casos podrían llegar a curarse si se detectan temprano y se tratan adecuadamente.

Ante este escenario, se recomienda a los adultos hablar con el profesional de atención médica regular sobre su historial de vida y de cáncer, para conocer el programa de exámenes de detección que necesita y las vacunas requeridas.

1. Cáncer de mama 

Inicia como una proliferación de células en el tejido mamario. Si bien es el más común y la causa más frecuente de muerte por cáncer en las mujeres en las Américas, los hombres también pueden desarrollarlo.

Adicional al género femenino, otros factores asociados con un mayor riesgo de padecerlo son: consumo de alcohol, antecedentes familiares de la enfermedad, obesidad, tejido mamario denso, no tener hijos o tenerlos en edad avanzada y exposición a la radiación.

La carga de esta enfermedad se puede reducir mediante su diagnóstico y tratamiento temprano antes de que surjan los síntomas. Su detección precoz puede llegar a reducir la mortalidad entre un 25 % y 31 %.

A través del examen mamario clínico, el médico examina las mamas para detectar si existen anomalías o no, como cambios en la piel o el pezón.

La mamografía es la prueba más importante para prevención. Permite observar cambios en el peso del tejido mamario e identificar presencia de nódulos y microcalcificaciones. Se recomienda a partir de los 40 años, de forma anual, salvo que haya historial familiar.

El ultrasonido muestra si un bulto mamario detectado es un tumor sólido -que podría ser cáncer– o un quiste. Puede acompañar a la mamografía y se sugiere realizar a partir de los 25 años, con énfasis en pacientes con mayor riesgo de padecer cáncer de mama.

2. Cáncer colorrectal 

El cáncer colorrectal puede comenzar como pólipos benignos, en el revestimiento del colon (intestino grueso) o del recto. Como estos pólipos no suelen causar síntomas, los médicos recomiendan exámenes de detección regulares, para saber si la persona tiene o no y extirparlos, en aras de prevenir un cáncer.

El cáncer colorrectal es el tercero más común en el mundo; solo en el año 2022 se detectaron más de 1.9 millones de casos nuevos y fallecieron más de 900,000 personas.

Además de tener pólipos, otros factores pueden incrementar el riesgo de desarrollar este cáncer, como tener más de 45 años, consumir tabaco o alcohol, llevar una dieta baja en fibra y rica en grasas, sobrepeso u obesidad, padecer una enfermedad intestinal inflamatoria (colitis ulcerativa o enfermedad de Crohn), tener antecedentes familiares y ser de origen afroamericano.

Se estima que alrededor del 90 % de los casos de cáncer colorrectal podrían llegar a curarse si se diagnostican a tiempo. Las principales pruebas de detección temprana son: 

Análisis de heces y colonoscopía a cargo de un experto que observe todo el colon y recto.

La frecuencia con que deban hacerse las pruebas dependerá del riesgo que tenga la persona de desarrollar este cáncer.

3. Cáncer de pulmón 

Este cáncer suele formarse en los tejidos de los pulmones, generalmente en las células que recubren los conductos de aire. 

Si bien no se pueden prevenir todos los tipos de cáncer de pulmón, se pueden tomar medidas para reducir su riesgo, como dejar de fumar y evitar inhalar el humo de quienes lo hacen, así como no exponerse al radón ni a la radiación.

Los científicos advierten que hasta un 20 % de los casos diagnosticados se puede dar en no fumadores.

Los exámenes de diagnóstico incluyen análisis de historia clínica y examen físico, radiografía de tórax, tomografía computarizada (TAC) recomendada en adultos con antecedentes de tabaquismo y pruebas de sangre o de la mucosidad expulsada por los pulmones (esputo).

4. Cáncer de piel 

La mayoría de los casos de cáncer de piel suceden por el contacto con rayos ultravioleta (UV) del sol, así como con camas solares y de bronceado. Por eso, reducir su exposición a estos disminuye el riesgo.

Cambios en la piel como una llaga que no se cura, algo inusual o nuevo lunar e inclusive, cambios en un lunar existente, son señales de un posible cáncer de piel. Cabe destacar que el melanoma es el tipo más peligroso de cáncer de piel.

Este cáncer tiene la particularidad de que casi siempre puede curarse, si se diagnostica y trata temprano, por eso, se recomienda revisar la piel regularmente y reportar al médico cualquier irregularidad.

5. Cáncer de próstata 

Suele crecer lento y si no se disemina a otros órganos, es posible que no cause consecuencias graves. No se tiene certeza qué lo causa, pero se sabe que ocurre cuando hay cambios en el ADN del hombre.

Los hombres que tienen más de 50 años, cuentan con historial familiar de la enfermedad y son de raza afroamericana tienen mayores probabilidades de padecerlo.

La posibilidad de sobrevivir a este cáncer es bastante elevada, por eso, los exámenes de detección periódicos son cruciales. Usualmente, inician a partir de los 45 años o de los 40, en caso de alto riesgo. 

Los más comunes son: análisis de sangre para medir el nivel de antígeno prostático específico (PSA, por siglas en inglés). Si el PSA es alto, el doctor puede sugerir un examen rectal digital, ultrasonido o una resonancia magnética.

A través de una nota de prensa, Pfizer, empresa líder en medicina de precisión, asegura que trabaja bajo la premisa de luchar por un mundo en donde las personas con cáncer puedan vivir mejor y por más tiempo, comprendiendo la biología detrás de los diferentes tipos de cáncer e identificar mutaciones genéticas, para ofrecerle a los pacientes el mejor tratamiento posible de acuerdo con su diagnóstico individual.

Fuente: Diario Libre

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