martes, julio 1, 2025
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Editoriales

Finanzas: el mito de la caverna

En esta semana, mi amigo Máximo me hizo referencia a este pasaje de Platón. Estábamos en un curso y hablábamos del querer o no querer aprender. 

No conocía a qué se refería y al final del curso me pasó un papelito y me hizo escribir el nombre para que lo buscara, como había dicho que haría. 

Un párrafo para ilustrar la historia: Trata de unos prisioneros que desde su nacimiento estaban en una cueva. De espaldas a la puerta solo veían las sombras de lo que afuera sucedía. Uno de ellos fue liberado y conoció el mundo. 

Con alegría, volvió a la caverna a contarles a los demás cómo era el mundo. No le creyeron; para ellos la verdad era las sombras que veían. No quisieron aprender. 

Platón cuenta que así se sentía tratando de enseñar. Mucha gente me pregunta sobre finanzas personales. Dicen que quieren algo, como comprar una casa. Les explico que tienen que reunir el inicial y es donde el problema comienza. El “no se puede” no se hace esperar. 

Siempre me he concentrado en las personas que quieren aprender algo, no en las que no tienen la menor intención, aunque digan que sí. Darle consejo a alguien que no lo pide es perder el tiempo, y hasta una amistad se podría venir abajo.

También desisto rápido de las que solo desean lograr… aunque dicen que quieren. No es lo mismo. La acción es la diferencia. 

Explicarle a un no vidente que quiere entender es un reto demasiado gratificante. Nunca lo verá con los ojos… sí con el cerebro. Él sí quiere.

Mientras damos excusas con relación a ahorrar para reunir el inicial de la vivienda, nunca aprenderemos ningún método. Mucho menos accionaremos. Deseamos seguir haciendo lo mismo. No es malo, solo que no debemos quejarnos de no alcanzar otras cosas. 

Si necesito reducir gastos para poder ahorrar, debo poner prioridades en mi vida. Si mi filosofía es vivir el ahora, mi futuro yo no tendrá una vivienda propia. Es que no quiero saber cómo es el mundo afuera de la caverna. No estoy dispuesto a escuchar. Solo oigo para responder. 

Fíjate, aquí está la base de todo: cuando me hago una imagen y parto de ella para entender lo demás, no entenderé, por lo que el aprendizaje será muy lento, si es que se da. Solo veré cómo justificar que lo que veo en la caverna es lo real. Aquí sale, el “no se puede”. 

En realidad no estoy dispuesto a hacer lo que llamo “sacrificios”; que es dejar de hacer cosas para obtener otras. De ahí lo que mencionaba de poner prioridades

Si paso el deseo a un verdadero querer, pondré la primera acción, aprender algo que hoy no sé. Es que quiero, realmente quiero, obtener algo que hoy desearía ya tener.  

5 mitos de finanzas personales que debes derribar

Fuente: Diario Libre

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