El exmandatario de Colombia Álvaro Uribe (2002-2010), destacado político del país en este siglo, enfrentará un juicio penal por presunta manipulación de testigos en un caso vinculado a grupos paramilitares.
La Fiscalía radicó una acusación contra Uribe como presunto autor de los delitos de soborno a testigos y fraude procesal, convirtiéndose en el primer expresidente en ser llevado a juicio. A pesar de su defensa de inocencia, podría enfrentar hasta ocho años de prisión por este proceso que él mismo inició.
Todo comenzó en 2012 cuando Uribe denunció al congresista Iván Cepeda por un supuesto complot con testigos falsos. Sin embargo, la Corte Suprema empezó a investigar al expresidente, sospechando que él manipuló testigos en lugar de su opositor.
En agosto de 2020, Uribe fue puesto en arresto domiciliario durante la investigación, renunciando al Senado posteriormente. El caso pasó a un tribunal ordinario que levantó la orden de reclusión y reanudó el proceso.
Uribe aún no ha reaccionado al llamado a juicio, manteniendo su postura de inocencia. Su abogado, Diego Cadena, también enfrenta un juicio por ofrecer dinero a un exparamilitar para modificar su testimonio contra Uribe.
La fiscalía general, a pesar de varios intentos por archivar el caso, rechazados por jueces, mencionó nuevas pruebas que respaldan el juicio contra Uribe. La investigación ha sido liderada por una nueva directora designada por la Corte Suprema, enemiga histórica del expresidente.
Uribe afronta diversas acusaciones, incluyendo su presunta vinculación con una masacre y ejecuciones extrajudiciales durante su mandato, aunque la justicia argentina aún no se ha pronunciado sobre este último caso.
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