Millas de ucranianos están experimentando dolor, orgullo y determinación para seguir luchando mientras asisten a los funerales de sus compatriotas caídos en combate contra los avances rusos.
En el servicio conmemorativo a Irina Tsibuj, una voluntaria médica de combate de 25 años del batallón 'Hospitallers', todos estos sentimientos fueron evidentes. Tsibuj fue despedida por una multitud que se congregó en el cementerio militar de Leópolis (oeste), donde reinar el silencio mientras los asistentes le daban su último adiós.
Muchas personas no pudieron contener las lágrimas al arrodillarse frente al féretro cerrado de Tsibuj, fallecida en el frente de la región de Járkov a finales de mayo. A pesar de vestir de negro, la mayoría llevaba las coloridas 'vyshyvankas', las ropas tradicionales bordadas de Ucrania, tal como deseaba Tsibuj. Durante el velorio, la multitud cantó sus canciones favoritas. "Quiero que todos canten para alejar la tristeza", había solicitado en sus instrucciones para su funeral.
"Dignidad por encima de la tristeza"
Tsibuj dejó instrucciones anticipándose a su propia muerte, después de haber estado cerca de ella muchas veces durante los más de dos años en los que trabajó en operaciones de rescate de soldados heridos. Su hermano Yuriy leyó de su testamento: "Soy feliz. Estoy aquí [en el frente] por mi propia voluntad. Porque mi dignidad lo exige".
Tsibuj también escribió sobre la importancia de la libertad y la valentía antes de su fallecimiento. Su preparación para el funeral a tan corta edad fue desgarradora, según Katia, de 29 años, durante la ceremonia. Las palabras y acciones de Tsibuj tocaron el corazón de muchos, y su legado busca recordar la dignidad al despedir a los soldados fallecidos.
"Banderas para la despedida final"
"Soporto la sangre, tener trozos de carne encima, la fatiga, el estrés. Pero son los sonidos de dolor de nuestros heridos los que permanecen bajo mi piel, con una tonelada de odio que nunca podré digerir en perdón", escribió. Cientos de banderas ucranianas ondean sobre el gran cementerio, a escasos cientos de metros de la maternidad en la que nació Tsibuj. Todos los días se celebran allí varios funerales mientras los cuerpos de los asesinados regresan a casa desde el este. "Lo único que la sociedad debe verdaderamente a los soldados es reemplazarlos en las trincheras", solía decir Tsibuj.
"Convencidos de la lucha por la libertad"
Artem, un informático de 35 años, expresó sus sentimientos durante el funeral: "Llevo dos años recaudando fondos para el Ejército. Pero no es suficiente. Algo se rompe por dentro cuando personas como Tsibuj se van. Creo que es un motivo crucial para que muchos acaben alistándose en el Ejército". A pesar del miedo, Artem ve estos tiempos como una oportunidad histórica para los ucranianos en su lucha por la libertad.
"Existe el deseo de estar entre los fuertes y no ser alguien que se esconde y sigue viviendo como si no pasara nada", explicó antes de señalar que es injusto que un número relativamente pequeño de defensores proteja a toda la nación. Para Tsibuj, el amor era el principal motivo de su lucha: "El amor es la razón por la que aún existimos y tenemos fuerzas para luchar". "Viví. Amé. Luché". Así termina su testamento, leído por su hermano antes de su entierro.
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, donde no se escuchó ni un ruido cuando, uno a uno, los asistentes le dieron su último adiós. Muchos no pudieron contener las lágrimas al arrodillarse ante el féretro cerrado de Tsibuj, que perdió la vida en el frente de la región de Járkov a finales de mayo. Sin embargo, en lugar de vestir de negro, la mayoría acudió con las coloridas ropas tradicionales bordadas de Ucrania, las 'vyshyvankas', tal y como quería la propia Tsibuj. Mientras la velaban, la multitud entonó sus canciones favoritas. "Quiero que todos canten para apagar la pena", había escrito en las instrucciones que dejaron para su funeral."Dignidad más que tristeza"Tsibuj escribió esas instrucciones pues se anticipó a la muerte tras haber escapado de ella muchas veces en los más de dos años en los que trabajó en operaciones de rescate de soldados heridos. "Soy feliz. Estoy aquí [en el frente] por mi propia voluntad. Porque mi dignidad lo quiere", leyó el hermano de Tsibuj, Yuriy, de su testamento. "La libertad es el valor más elevado. Para tener la fuerza de ser libre, hay que ser valiente. RELACIONADAS Europa Siete muertos por misiles rusos en Járkiv, Ucrania, mientras persiste la presión en el frente Europa Ucrania y Rusia intercambian ataques con drones mientras Moscú sigue con su ofensiva en el este Europa Rusia afirma tener pruebas de que Ucrania está vinculada con atentado que dejó 143 muertos Porque sólo los valientes tienen felicidad y es mejor morir corriendo que vivir pudriéndose", escribió también mientras instaba a los asistentes a su funeral a no lamentarse por mucho tiempo. El hecho de que se preparara para su funeral a pesar de tener sólo 25 años es "desgarrador", declaró a EFE Katia, de 29 años y natural de Leópolis, durante la ceremonia "Todo lo que escribió, sus valores y lo que hizo para protegerlos, resonó mucho en mí", subrayó que, antes de. su muerte, Tsibuj, director de medios de comunicación en su vida civil, trabajó para institucionalizar formas de honrar a los caídos Ella dijo que esperaba que, tras el entierro de Tsibuj, más gente pueda sentir menos dolor y se centre en la dignidad al. despedir a los soldados caídos."Banderas para el último adiós""Soporto la sangre, tener trozos de carne encima, la fatiga, el estrés. Pero son los sonidos de dolor de nuestros heridos los que permanecen bajo mi piel, con una tonelada de odio que nunca podré digerir en perdón", escribió. Cientos de banderas ucranianas ondean sobre el gran cementerio, a escasos cientos de metros de la maternidad en la que nació Tsibuj. Todos los días se celebran allí varios funerales mientras los cuerpos de los asesinados regresan a casa desde el este. "Lo único que la sociedad debe de verdad a los soldados es reemplazarlos en las trincheras", solía decir Tsibuj. Instaba a los que aún no estaban alistados en el ejército a prepararse, advirtiendo que Rusia no dejará de enviar a su propia gente a la muerte para mantener su agresión durante mucho tiempo."Convencidos de la lucha por la libertad"Artem, informático de 35 años, declaró a EFE durante el funeral que experimenta una difícil mezcla de emociones. "Llevo dos años ayudando a recaudar fondos para el Ejército. Pero no es suficiente. Algo se rompe por dentro cuando personas como Tsibuj se van. Creo que es un motivo crucial para que muchos acaben alistándose en el Ejército", explicó. Aunque reconoció sentir miedo, también afirmó que son tiempos históricos en los que los ucranianos pueden luchar por su libertad. "Existe el deseo de estar entre los fuertes y no ser alguien que se esconde y sigue viviendo como si no pasara nada", explicó antes de señalar que es injusto que un número relativamente pequeño de defensores proteja a toda la nación. Para Tsibuj, el amor era el principal motivo: "El amor es la razón por la que aún existimos y tenemos fuerzas para luchar". "Viví. Amé. Luché". Así termina su testamento, leído por su hermano antes de que la entierren.){kind=link}