Israel realizó un intenso bombardeo durante la noche en el sur de la Franja de Gaza, a pesar de la presión internacional por un alto al fuego en el territorio palestino, que enfrenta una situación de hambruna.
Ante las urgentes necesidades en Gaza, Estados Unidos anunció que continuaría lanzando ayuda desde el aire, a pesar de la solicitud de Hamás de detener esa práctica después de que 18 personas murieron intentando alcanzar los paquetes de alimentos.
Una bola de fuego iluminó el cielo en la ciudad sureña de Rafah, el único centro urbano de Gaza donde no han ingresado las fuerzas terrestres israelíes.
Cerca de 1.5 millones de personas están aglomeradas en esa zona, muchas de ellas llegaron huyendo de los bombardeos israelíes.
En Ciudad de Gaza (norte) también se escuchó el ruido de las explosiones y se observaron nubes de humo por los ataques israelíes de más de una semana contra el principal hospital de la zona.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlada por Hamás, informó que 66 personas murieron por la noche, tres de ellos en los bombardeos israelíes cerca de Rafah.
Los combates se han prolongado dos días sin pausa desde que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que llama a un "alto al fuego inmediato" y la liberación de unos 130 rehenes israelíes que permanecen en Gaza, incluyendo a 34 que se presume han fallecido.
Las fuerzas israelíes también rodearon dos hospitales en Jan Yunis, donde murieron 12 personas, algunos de ellos niños, en un bombardeo contra un campo de desplazados, según el Ministerio de Salud.
La Media Luna Roja Palestina alertó que miles de personas están atrapadas en el hospital Nasser de Jan Yunis y que "sus vidas corren peligro".
Hambruna
Hamás solicitó a los países donantes detener el lanzamiento aéreo de la ayuda después de que 12 personas se ahogaron intentando alcanzar alimentos en la costa de Gaza en el Mediterráneo.
El movimiento islamista palestino y el Euro-Med Human Rights Monitor, de Suiza, indicaron que otras seis personas fallecieron en estampidas por tratar de alcanzar la ayuda lanzada con paracaídas.
"Hay gente muriendo por conseguir una lata de atún", dijo un residente de Gaza, con una lata en la mano después de un tumulto por un paquete de ayuda.
Hamás también exigió que Israel permita el ingreso de más camiones de ayuda en el territorio, que según la ONU está al borde de una "hambruna creada por el hombre".
La guerra, desatada por el ataque de Hamás del 7 de octubre contra Israel, ha destruido la infraestructura de Gaza y las agencias de ayuda afirman que sus 2,4 millones de habitantes necesitan ayuda humanitaria.
El fondo de la ONU para la infancia, Unicef, aseguró que se requieren grandes cantidades de asistencia en Gaza, por carretera o aire, para evitar una "hambruna inminente".
El Consejo de Seguridad Nacional estadounidense indicó que intentaría ingresar la ayuda por carretera, pero que continuaría con los lanzamientos aéreos.
Imágenes de AFPTV mostraron a las multitudes corriendo hacia los paquetes lanzados con paracaídas desde aviones enviados por Jordania, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Alemania.
Aislamiento político
Los ataques del 7 de octubre dejaron 1,160 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales.
La campaña israelí de represalia ha dejado al menos 32,414 muertos en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud.
El ejército israelí, lejos de bajar la intensidad de los combates, afirmó que sus aviones bombardearon más de 60 objetivos, incluyendo túneles y edificios "donde se identificaron terroristas armados".
Los combates han continuado pese al llamado del Consejo de Seguridad de la ONU del lunes, en el que Estados Unidos provocó la ira de Israel por abstenerse en la votación, en lugar de vetarla.
El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, aseguró que Israel enfrenta un "aislamiento político sin precedentes" y la pérdida de la "protección" estadounidense en el Consejo de Seguridad.
Washington ha rechazado la determinación del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de lanzar un ataque terrestre en Rafah.
El secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, dijo antes de reunirse con su par israelí que "el número de muertes civiles es demasiado alto, y la cantidad de ayuda humanitaria (en Gaza) es demasiado baja".
Negociaciones
Representantes de Israel y Hamás participan en conversaciones indirectas mediadas por Catar, en busca de un alto el fuego y la liberación de rehenes.
Pero tanto Hamás como Netanyahu han dicho que las negociaciones no avanzan y se culpan mutuamente.
Israel mantiene desde hace nueve días intensos combates en el complejo médico Al Shifa, de Ciudad de Gaza, donde asegura que ha matado a 170 combatientes palestinos.
Su ejército afirma que ha realizado "actividades operativas precisas" y que ha tenido cuidado de evitar daños a civiles, aunque las agencias de ayuda expresan su preocupación por los no combatientes atrapados en los enfrentamientos.
Palestinos radicados cerca de Al Shifa han reportado cadáveres en las calles, bombardeos constantes y la detención de hombres a los que obligan a desnudarse para ser interrogados.
En tanto, el grupo Jamaa Islamiya, vinculado a Hamás, afirmó el miércoles que "siete socorristas" fallecieron en Líbano en un ataque contra un centro de emergencia en Habariyeh, cerca de la frontera israelí.
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