, característico en la 'maison' desde hace más de medio siglo; camisas de popelín de algodón, cardigans y camisetas con o sin mangas, así como chaquetas de canalé, o en tejido de lana.En el plano de los accesorios, icónicos modelos de bolsos, como el Haut à Courroies y el Garden Party, ambos en lona H con estampado de plumas. Otro modelo a tener en cuenta es el Étrivière Shopping Voyage, que se declina esta vez en lona H y piel de becerro Hunter.AccesoriosEn cuanto a joyas, el hombre Hermès tiene una amplia variedad de pulseras y anillos en plata y también en cuero, como se pudo ver sobre los maniquíes a lo largo del pase.Una colección muy completa y en la que la gama de marrones fue la predominante, junto a grises, entre otros. Si no fuera por las sandalias, muchos de los looks daban la impresión de estar construidos para el otoño, por el grosor de los mismos.Eso sí, ningún logo a la vista. Ni falta que hace: cada creación de Hermès transmite el ADN de la casa, esa idea de que tanto sus prendas como sus accesorios nacen para durar, ajenos, hoy como ayer, a cualquier moda.Extravagancia y sobriedad coinciden en la moda hombre de París){kind=link}
El cordero, el nobuck, el becerro y hasta el cocodrilo fueron los materiales con los que la firma gala Hermès construyó la colección primavera-verano de 2026 que presentó este sábado en la semana de la moda masculina de París, donde demostró de nuevo que, en el terreno de los cueros, es el gran maestro.
Chaquetas declinadas en diferentes estilos, desde las cortas a las largas; camisetas y por supuesto accesorios como bolsos, cinturones y sandalias, dieron fe de ello.
La marca volvió a hacer un alegato al buen gusto. Esto hizo que los invitados al desfile llegaran prácticamente a olvidar las altas temperaturas, tanto del interior del espacio en el que se desarrolló, el palacio Iena, como las del exterior, que han llegado a sobrepasar los treinta grados.
El algodón y la seda fueron los dos materiales de origen natural que también convivieron con el cuero. Una generosa colección, en cuanto a looks, en la que se vieron también trajes de doble botonadura, pantalones de cintura alta, así como jerséis de cuello pico.
Detrás de la moda masculina de Hermès se halla una mujer, Véronique Nichanian, responsable de ese 'métier', como lo denominan en la casa, desde hace 37 años. Todo un récord de fidelidad en estos tiempos tan cambiantes, donde los diseñadores apenas duran en las firmas.
Las líneas rectas fueron las predominantes en unas propuestas muy urbanas y donde Nichanian parte desde hace casi cuatro décadas de buenos materiales, como un chef hace lo propio a la hora de elegir los mejores componentes para desarrollar sus recetas.
Sobre la pasarela se vieron sobrecamisas con estampado, en este caso el de 'Éperon d’or' (Espuela de oro), característico en la 'maison' desde hace más de medio siglo; camisas de popelín de algodón, cardigans y camisetas con o sin mangas, así como chaquetas de canalé, o en tejido de lana.
En el plano de los accesorios, icónicos modelos de bolsos, como el Haut à Courroies y el Garden Party, ambos en lona H con estampado de plumas. Otro modelo a tener en cuenta es el Étrivière Shopping Voyage, que se declina esta vez en lona H y piel de becerro Hunter.
Accesorios
En cuanto a joyas, el hombre Hermès tiene una amplia variedad de pulseras y anillos en plata y también en cuero, como se pudo ver sobre los maniquíes a lo largo del pase.
Una colección muy completa y en la que la gama de marrones fue la predominante, junto a grises, entre otros. Si no fuera por las sandalias, muchos de los looks daban la impresión de estar construidos para el otoño, por el grosor de los mismos.
Eso sí, ningún logo a la vista. Ni falta que hace: cada creación de Hermès transmite el ADN de la casa, esa idea de que tanto sus prendas como sus accesorios nacen para durar, ajenos, hoy como ayer, a cualquier moda.
Extravagancia y sobriedad coinciden en la moda hombre de París
Fuente: Diario Libre
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