La ONU advierte que los avances en salud sexual y reproductiva de las últimas tres décadas están en peligro debido a la politización de los cuerpos de las mujeres. A pesar de la disminución de la mortalidad materna y los embarazos no deseados, los derechos sexuales y reproductivos se están ralentizando según el informe del UNFPA. Hace 30 años, 179 países se comprometieron a priorizar estos derechos en el desarrollo sostenible, lo que ha resultado en avances significativos como el aumento en el uso de anticonceptivos y leyes contra la violencia doméstica. Sin embargo, aún millones de mujeres y niñas son excluidas de estos beneficios debido a la discriminación basada en identidad u origen. El informe también destaca que la mortalidad materna no ha disminuido desde 2016 y que la violencia de género sigue siendo alarmante. La directora del UNFPA, Natalia Kanem, destaca la importancia de no politizar la reproducción humana y resalta la necesidad de proteger los derechos de las mujeres sin interferencia política.
Otros desafíos mencionados en el informe incluyen el aumento de la mutilación genital femenina y las desigualdades en salud sexual y reproductiva dentro de las sociedades. Las mujeres en situaciones de pobreza, minorías étnicas, comunidad LGTB+, discapacidades o países en conflicto son más vulnerables a problemas de salud sexual y reproductiva. La persistencia de desigualdades en diferentes regiones, como las mujeres afrodescendientes en América, también requiere atención urgente. En resumen, el informe destaca que es fundamental proteger los derechos de las mujeres y abordar las barreras que impiden su acceso a una atención de salud sexual y reproductiva adecuada.
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