jueves, julio 24, 2025
spot_img
spot_img

Editoriales

Licencia para delinquir

Hace unos días se hizo viral en redes una vieja tarjeta de presentación de un poderoso militar de la era de Balaguer. No era una tarjeta cualquiera: llevaba la indicación de “guardarle la debida consideración” a su portador, dirigida a las fuerzas castrenses. En otras palabras, un salvoconducto. Una carta blanca. Un pase directo para eludir cualquier contratiempo legal o administrativo, desde una multa hasta un impasse con una autoridad. Era, en esencia, una licencia para delinquir.

Aunque parezca un artefacto de museo, el espíritu de esa tarjeta sigue vivo. Hemos normalizado el uso del poder para evadir la justicia. Si no es con una tarjeta, es con una llamada. Si no es con un carnet institucional, es con un apellido. Nos hemos acostumbrado a resolver conflictos no por vía del derecho, sino del privilegio. Y así, se erosiona el principio más básico de toda democracia: la igualdad ante la ley.

Este tipo de prácticas ha hecho un daño profundo a nuestra cultura institucional. Refuerza la idea de que no todos jugamos con las mismas reglas, que hay quienes pueden moverse impunes por encima de ellas. Alimenta el amiguismo, la corrupción y el desprecio por el Estado de derecho. Y lo más grave: ha educado generaciones en la creencia de que tener “un contacto” vale más que tener la razón.

Una tarjeta de presentación no debería ser un escudo para el abuso. Pero mientras sigamos celebrando las conexiones por encima del cumplimiento, seguiremos viviendo en una sociedad donde la ley aplica solo para quien no tiene a quién llamar.

Website |  + posts

Somos EL TESTIGO. Una forma diferente de saber lo que está pasando. Somos noticias, realidades, y todo lo que ocurre entre ambos.

Todo lo vemos, por eso vinimos aquí para contarlo.

RELACIONADAS