Desde el año 2019, el Ministerio de Salud Pública implementa la iniciativa Hearts, en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para fortalecer la salud cardiovascular en el nivel de atención primaria.
Más del 60 % de las Unidades de Atención Primaria (UNAP), unos 703 centros a nivel nacional, participan en este programa, logrando un control adecuado de la presión arterial en porcentajes que varían entre el 70 al 81 % de los pacientes.
Así lo certifica el boletín epidemiológico correspondiente a la semana 37, donde el ministro Víctor Atallah indica que, hasta la fecha, se han captado 227,573 pacientes con hipertensión, la mayoría en el rango etario de 50 a 69 años.
La hipertensión arterial, señalada como el principal factor de riesgo atribuible para desarrollar enfermedades cardiovasculares, una patología que afecta a 1,280 millones de adultos entre 30 a 79 años en todo el mundo.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019, aproximadamente 17.9 millones de personas fallecieron a causa de enfermedades cardiovasculares en el mundo. El 85 % de los decesos se atribuyeron a infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, lo que indica que este tipo de muertes representan el 32 % de todas las muertes a nivel global.
El 28 % de las mujeres y el 43 % de los hombres desconocen que son hipertensos.
Los riesgos aumentan debido a dietas poco saludables ricas en sal, grasas y azúcares, así como a bajos niveles de actividad física. Además, el consumo de tabaco es un factor de riesgo importante, causando aproximadamente el 10 % de las muertes por enfermedades cardiovasculares.
Hipertensión en RD
En República Dominicana, los datos de un estudio realizado por el Ministerio de Salud en 2021 sobre la prevalencia de sobrepeso, hipertensión y diabetes, arrojó como resultado que el 32.3 % de la población es hipertensa, mientras el 12 % padece diabetes mellitus, lo que plantea un reto en la creación de políticas de salud destinadas a reducir los efectos negativos de esas enfermedades.
En nuestro país, las enfermedades cardiovasculares causaron 255.7 defunciones por cada 100,000 habitantes.
Modelo de manejo del riesgo cardiovascular
La estrategia Hearts, que actualmente se ejecuta en 33 países, está contemplada para convertirse en el modelo de manejo del riesgo cardiovascular para el año 2025.
Este modelo de políticas de salud, mediante evidencia científica, promueve la adopción de las mejores prácticas mundiales en la prevención y el control de las enfermedades cardiovasculares y fortalece de forma trascendental la atención primaria.
Establece, además, protocolos de gestión y tratamientos estandarizados, integra los aspectos relacionados al diagnóstico correcto de la hipertensión, la evaluación del riesgo cardiovascular, a través del uso de equipos validados para el diagnóstico certero y la estratificación de los cuidados según el nivel de riesgo.
De cara a 2024, se lanzó la iniciativa “Más salud y más esperanza de vida”, una colaboración entre el Ministerio de Salud Pública, el Servicio Nacional de Salud (SNS), Promese/Cal y la OPS. Esta iniciativa busca garantizar el acceso a medicamentos para el control de la hipertensión y la diabetes, lo que representa un avance significativo en el compromiso gubernamental por mejorar la calidad de vida de la población y Hearts adoptó un enfoque pragmático e integral para el tratamiento eficaz de la hipertensión y la prevención secundaria de las enfermedades cardiovasculares.
Los pacientes son evaluados utilizando varias herramientas como la calculadora electrónica de hipertensión, lo que le permite al profesional de la salud estimar de forma rápida el riesgo cardiovascular y en qué medida puede ser modificado. También se estima el filtrado glomerular para conocer el estado de funcionamiento renal.
Día del Corazón
El 29 de septiembre, el mundo conmemora el Día Mundial del Corazón, una iniciativa promovida por la Federación Mundial del Corazón bajo el lema "Actúa con el corazón".
Esta campaña tiene como objetivo resaltar la importancia del bienestar cardiovascular y la adopción de hábitos saludables en la vida cotidiana, centrándose en la prevención de factores de riesgo como el consumo de tabaco, la mala alimentación, la obesidad, la inactividad física, el consumo excesivo de alcohol y la contaminación ambiental, ya que abordar estos riesgos es clave para reducir la incidencia y mortalidad por enfermedades cardíacas.
Fuente: Diario Libre
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