Samsung Electronics ha firmado con Tesla el mayor contrato de suministro de chips para automóviles en su historia. El acuerdo, valorado en 16,500 millones de dólares, contempla la fabricación en masa de los semiconductores AI6, que impulsarán la nueva generación de vehículos eléctricos de la compañía de Elon Musk.
La empresa surcoreana informó la mañana de este lunes que cerró un contrato para producir y suministrar chips avanzados basados en su tecnología de proceso de dos nanómetros. Aunque inicialmente no reveló el nombre del cliente, precisó que la alianza asegura una producción que abarca desde julio de 2025 hasta diciembre de 2033. Más tarde, Elon Musk confirmó a través de sus redes sociales que Samsung producirá en su nueva planta de Texas los chips AI6 para Tesla, destacando que la alianza tiene una “importancia estratégica innegable”.
Actualmente, Samsung fabrica los chips AI4 que Tesla utiliza en su sistema Full Self-Driving. La siguiente generación, los semiconductores AI5, será producida por TSMC, primero en Taiwán y después en Arizona.
Según Musk, el nuevo contrato permitirá a Tesla optimizar al máximo el proceso de fabricación. “Este es un punto crítico, ya que supervisaré personalmente el proceso para acelerar el ritmo de los avances”, afirmó. Además, sugirió que la cifra inicial de 16,500 millones de dólares podría incrementarse a lo largo de los próximos ocho años. “Es probable que la producción real sea varias veces superior”, subrayó.
Ryu Young-ho, analista de NH Investment & Securities, explicó en una declaración retomada por Reuters que la planta de Samsung en Texas “prácticamente no tenía clientes hasta ahora, por lo que este pedido es sumamente significativo”, ya que marca el inicio de su operación, la cual estaba prevista inicialmente para 2026.
El impulso que Samsung recibe de Tesla le permitirá competir en mejores condiciones frente a rivales como Infineon, NXP, STMicroelectronics, Texas Instruments y Renesas Electronics, compañías que hasta 2023 concentraban en conjunto el 50% del mercado de chips para el sector automotriz, según TechInsights.
La prensa surcoreana señala que este es el contrato individual más grande en la historia de Samsung Foundry y el primero a gran escala con un cliente del grupo big tech —que agrupa a las empresas tecnológicas más influyentes del mundo— utilizando su proceso de dos nanómetros de última generación.
El acuerdo se da en un contexto donde los semiconductores se han convertido en un foco estratégico para Estados Unidos y sus aliados, ante la creciente participación de empresas asiáticas que en las últimas décadas han absorbido gran parte del mercado global.
Datos de Statista muestran que, en los noventa, Europa, Estados Unidos y Japón dominaban la producción mundial de semiconductores, con cuotas del 44, 37 y 19%, respectivamente. Sin embargo, con la entrada de Corea del Sur, Taiwán y posteriormente China a partir de la década de 2000, la participación conjunta de los antiguos líderes cayó al 36% en 2020.
En los últimos años, Estados Unidos ha aplicado restricciones y medidas fiscales para contener el avance de los grandes productores asiáticos, particularmente los chinos. El contrato entre Samsung y Tesla se firma en un momento en que Corea del Sur busca estrechar la cooperación con la administración de Donald Trump en los sectores de chips y construcción naval, mientras impulsa un acuerdo comercial que elimine o reduzca los posibles aranceles del 25% que Washington podría imponer a todas sus importaciones.
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