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Sasha Volman y sus vínculos con la República Dominicana

Nacido en 1923 en Besarabia, Rumania, Sasha Volman se convirtió en un activo importante de la CIA en Latinoamérica. Todo esto ocurrió después de su exilio desde Rumania a Francia debido a su activismo político dentro de corrientes socialdemócratas. En Francia, se unió al Centro Internacional para Sindicalistas en Exilio (ICFTUE), una organización financiada por Jay Lovestone y la CIA.

En el contexto de la Guerra Fría, estos centros de formación política y pensamiento fueron fuertemente apoyados por Estados Unidos para promover políticas anticomunistas, incluso teniendo inclinaciones izquierdistas. Después de sus estudios en Francia, estableció una estrecha relación con Norman Thomas, líder del Partido Socialista de los Estados Unidos, y decidió mudarse a Estados Unidos, donde inició un proyecto patrocinado por la CIA llamado Instituto Internacional de Investigación Laboral. Fue en este instituto, establecido en Costa Rica, donde Volman conectó con políticos exiliados y conspiradores latinoamericanos, especialmente con Juan Bosch, quien utilizó el instituto de Volman para organizar a los exiliados dominicanos en oposición a Trujillo.

Tras la muerte de Trujillo, Bosch deseaba regresar al país pero temía por su seguridad, por lo que encomendó a Volman la negociación con Joaquín Balaguer, quien le garantizó un retorno seguro tanto para él como para sus compañeros de partido que se encontraban exiliados. La presión interna y estadounidense llevó a Balaguer a renunciar como presidente, favoreciendo la formación de un Consejo de Estado provisional que mantendría la estabilidad política hasta la celebración de elecciones a finales de 1962. Es en este contexto político en el que Volman adquiere una posición de extrema cercanía con Juan Bosch y asume un rol importante para llevarlo al poder, contando con el apoyo de Estados Unidos.

Al regresar al país, Volman identificó que para convertir realmente a Bosch en un contendiente importante, necesitaban el apoyo de la clase campesina dominicana. Por esta razón, fundó el Centro Interamericano de Adiestramiento Político (CIDAP), el cual instruyó a campesinos en la organización de ligas, cooperativas, créditos y organizaciones partidarias.

El trabajo organizativo realizado por Volman se combinó con astutas campañas contra su principal oponente, Viriato Fiallo de la Unión Cívica Nacional, quien contaba con el apoyo de empresarios y terratenientes, enfocando la campaña hacia un análisis de la injusticia entre las clases para resaltar un contraste de ambos líderes. Fue aquí donde Bosch empleó el término "tutumpote", que significa "gran figura", y la difusión del uso de la palabra "tutumpote" ayudó a que el mensaje llegara a los posibles votantes a través de transmisiones de radio. Bosch ganó las elecciones en diciembre de 1962.

Sin embargo, el gobierno de Bosch fue una decepción para algunos de sus seguidores. El desempleo aumentó al 30 por ciento al principio de su mandato. Incumplió la reforma agraria prometida en campaña. El descontento popular con su administración, combinado con la desconfianza de la élite, se convirtió en una mezcla tóxica. Volman se convirtió en un objetivo. Conspiradores desde el ejército sugerían que si Bosch mismo no era comunista, entonces tal vez estaba siendo manipulado por uno. Desde esta narrativa, y con el distanciamiento de EE. UU. debido a la debilitada percepción del gobierno, se consumó el golpe de Estado a Bosch liderado por el General Wessin y Wessin. Volman tuvo que huir del país.

Los miembros y simpatizantes del PRD nunca aceptaron la legitimidad del gobierno interino del Triunvirato. Debido a esto, se desatan conflictos entre los constitucionalistas de Bosch y los lealistas liderados por Wessin y Wessin. Estos hechos escalan hacia la revolución de abril de 1965, lo cual produce la intervención de tropas estadounidenses en nuestro país. En 1966, se organizan elecciones en las cuales Joaquín Balaguer resulta victorioso contra Bosch, en una campaña donde Estados Unidos secretamente financió su campaña, le proporcionó información y asesoramiento político, y cultivó medios favorables.

Para dar legitimidad al proceso, el Departamento de Estado le prohibió a Volman, quien estaba en Puerto Rico, ir a la República Dominicana en el período previo a las elecciones. Después de las elecciones, Volman regresa al país y pasa las siguientes décadas trabajando como lobista y agente de los intereses estadounidenses en el país sin dejar sus influencias en el ruedo político dominicano. En 1978, asume como director de relaciones laborales para la empresa minera canadiense Falconbridge, que tenía operaciones de níquel en la República Dominicana.

Es en esta posición que es expulsado por Balaguer, a quien le habían informado que Volman había sido vinculado a una "conspiración anti-Balaguer" que involucraba al líder guerrillero Francisco Caamaño y cómplices en las Fuerzas Armadas Dominicanas. Naturalmente, un empleado de una empresa minera que está en contacto con candidatos presidenciales socialistas, guerrilleros izquierdistas y funcionarios de la Embajada de EE. UU. levantaría ciertas sospechas en un país donde es extranjero. Luego de una petición del Departamento de Estado, Volman retornaría a su puesto en Falcondo con la promesa de no participar en los quehaceres políticos. Laboraría también para Central Romana, asesorando a Antonio Guzmán en cooperativas y a Peña Gómez en la sindicatura del DN, a cuyos proyectos estaría asociado. Fallecería en 2001 a los 78 años en su cama dominicana.

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