La situación de los movimientos sindicales en Latinoamérica es tan variada como los Gobiernos actuales, desde las protestas diarias en Argentina en contra de las medidas estatales, hasta la armonía en Brasil y Bolivia. Sin embargo, las demandas salariales y por condiciones laborales dignas son constantes en todos los casos.
Desde 1960, el sindicalismo en la región ha adquirido importancia gracias a acuerdos con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que garantizan los derechos laborales, y la estigmatización de las movilizaciones ha disminuido, incluyendo las del Primero de Mayo.
Representatividad e influencia
En Argentina, el movimiento sindical es uno de los más grandes y fuertes, demostrando su capacidad para negociar salarios por sector laboral. Aunque solo el 38% de los trabajadores formales están afiliados a un sindicato, el 90% se beneficia de las negociaciones colectivas.
En México, los sindicatos han ganado fuerza con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, especialmente en sectores estratégicos como la automoción. En Brasil, aunque todos los trabajadores están afiliados por ley a un sindicato, la falta de recursos ha debilitado el movimiento sindical. Colombia tiene poco más de 800,000 miembros sindicales, mientras que en Chile se ha recuperado la afiliación sindical tras la dictadura.
En el mercado laboral peruano, la informalidad afecta al 75% de los trabajadores, limitando la capacidad de organización sindical. En Uruguay, el sindicato PIT-CNT tiene 400,000 afiliados, incluyendo patrones y pequeños empresarios. Los sindicatos bolivianos están afiliados a la COB, con demandas laborales significativas.
Salarios, empleo, igualdad
Las demandas sindicales siempre han estado relacionadas con salarios, condiciones laborales y, más recientemente, equidad de género en salarios y cargos. En Argentina, la inflación y la recesión han impactado en los salarios y el empleo formal. En otros países como Brasil, México, Colombia y Bolivia, los sindicatos están más alineados con los Gobiernos.
En Chile, los sindicatos buscan mejorar las condiciones laborales y la negociación colectiva por sector. En Uruguay, luchan por reducir la jornada laboral y convertir la Seguridad Social en un derecho humano fundamental.
Luces y sombras
Los sindicatos en Bolivia han logrado aumentos significativos en el salario mínimo a través de negociaciones directas con el Gobierno. En Argentina, a pesar de la baja tasa de desempleo, la mitad de los trabajadores son informales.
En Perú, los sindicatos ganaron relevancia con la elección de Pedro Castillo como presidente en 2021, pero actualmente enfrentan desafíos en su capacidad de movilización y su credibilidad debido a su relación con el expresidente Castillo.
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