Las comparaciones nunca se quedan en una conversación de deportes. Que Mbappé no había anotado en La Liga, era un tema que preocupaba aún más después de los empates frente al Mallorca y Las Palmas. Antes del partido del pasado domingo contra el Betis, muchos medios compartían las estadísticas sobre el tiempo que duraron los últimos grandes fichajes del Real Madrid en encontrarse con el gol, y ahí estaba el francés con sus tres juegos sin marcar; vestirse de blanco genera una presión especial y ya esta sequía la estaba dejando sentir.
Hasta que por fin llegaron sus goles, sí, en plural, porque fue doblete y tres puntos para un Madrid cuyo juego todavía no termina de convencer. Pero de eso podemos hablar luego, lo más importante fueron los tantos de Mbappé, quien necesitaba anotar para alejar un poco las críticas. En cada celebración, se le notó el alivio. El primero llegó al desmarcarse muy bien para recibir un pase de tacón de Fede Valverde, de extraordinario partido y el segundo, transformando un penal provocado por Vinicius.
Muchas cosas por corregir para este nuevo Real Madrid. La falta de presión en el medio, y de cohesión en defensa, se nota; el retiro de Kroos se padece más de lo esperado y en la veredera de enfrente, el Barcelona que va perfecto de la mano de un Flick que parecer haber encontrado soluciones a una plantilla que juega bien y encima golea. Falta mucho, sí, pero el pique arrancó temprano.
En Inglaterra se jugó el clásico apenas en la tercera fecha de la Premier League. El Liverpool goleó al Manchester United en Old Trafford con un Mohamed Salah superlativo, quien terminó el juego con dos asistencias, ambas a Luís Díaz, y un gol. ‘El Teatro de lo Sueños’ es un estadio que se le ha dado muy bien al egipcio en sus años de ‘red’; ha marcado siete veces en sus últimas siete visitas. La victoria le permitió a los de Slot colocarse colíderes junto con el Manchester City con nueve puntos en tres jornadas, y hasta el momento, Alisson Becker con la portería invicta.
Lo que más llamó la atención, a pesar de la goleada, fueron las declaraciones de Salah al finalizar el encuentro mandando un mensaje claro a la directiva del Liverpool respecto a su continuidad con el equipo, donde tiene contrato hasta final de temporada y hasta el momento nadie se le ha acercado para hablarle sobre su renovación. Alguna reacción generarán estas palabras, pues estamos hablando de uno de los mejores jugadores de la historia de dicho grandioso club.
Fuente: Diario Libre
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