En las últimas semanas el mundo ha vivido la incertidumbre ocasionada por hechos bélicos en una zona de gran importancia para el mercado mundial de petróleo. La economía ayuda a tener en cuenta elementos que determinan los precios, como es el caso del petróleo.
El primer elemento a resaltar es la era del petróleo de esquisto. Estados Unidos produce más de una quinta parte del petróleo e hidrocarburos del mundo. Más del 20 % de la producción diaria. Su dependencia del petróleo de Oriente terminó hace años atrás.
Otro elemento para ponderar es que la mayor parte del petróleo del Golfo Pérsico, que pasa por el Estrecho de Ormuz, tiene como destino Asia: India, Japón, Corea del Sur y China. Este último país es el mayor comprador de crudo de Irán y su aliado.
En consecuencia, pensar en el cierre del Estrecho de Ormuz es una idea que siempre debe ser ponderada correctamente antes de tomarla como un hecho probable. Para Irán supondría la no salida de sus exportaciones de petróleo y la no entrada de una parte importante de los alimentos que importa.
La economía ayuda a entender el comportamiento de un grupo que puede obtener ganancias de una amenaza que desde los años 1980 a la fecha nunca se ha concretado.
Para un grupo en el poder es conveniente emplear un argumento que incide en el precio de una materia prima de la que depende. Es responsabilidad de los demás saber discernir.

Un conflicto en el Golfo sí motiva a la especulación; hay riesgos que son solo percepción, pero los hay probables. De igual manera, encarece los seguros marítimos de guerra y los fletes de los barcos de transporte.
Es importante considerar el rol de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Desde abril, los miembros de este cartel han ido incrementando la producción de manera escalonada.
Sin embargo, como resultado de decisiones recientes, se estima que unos dos millones de barriles diarios podrían entrar al mercado si son atraídos por precios más altos.
Los precios hacen que la producción aumente. El proceso no es automático, pero la economía también enseña que la oferta aumenta ante perspectivas de mayores ingresos.
En adición, es preciso ponderar si en semanas antes a un conflicto ha existido un proceso de acumulación de inventarios. Esto ha ocurrido. En tal sentido, es relevante tener en cuenta que China posee inventarios altos para cubrir demanda en casos imprevistos, y que Estados Unidos mantiene reservas estratégicas de petróleo.
Por último, sobre los precios incide el momento del ciclo de la economía y su estacionalidad. Aunque el consumo de hidrocarburos aumenta en el verano, todavía los pronósticos para la segunda mitad de 2025 no contemplan aumentos sustanciales de la demanda, porque prevalece el pronóstico de una menor actividad económica para este año.
Igual es importante recordar las expansiones monetarias, que se traducen en demanda de materias primas. Las mismas expansiones tienden a depreciar las monedas y aumentar los precios del petróleo expresados en estas. En resumen, las decisiones de los grandes bancos centrales influyen sobre las materias primas.
El precio del petróleo ha aumentado en semanas recientes; sin embargo, las condiciones actuales y las perspectivas de los efectos del conflicto bélico no han producido un incremento sustancial en la cotización del crudo.
Como expresamos antes, la economía enseña a observar factores que inciden sobre los precios, pero no a determinarlos. De esto último se encarga el mercado.
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Una colaboración del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (Crees).
Fuente: Diario Libre
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