Seguro que te ha pasado: sueñas con tu mejor amigo, tu ex o hasta con un famoso que ni sabe que existes, y al despertar te preguntas: ¿será que esa persona también estaba pensando en mí? La idea suena romántica y hasta mágica, pero ¿qué dice la ciencia?
La creencia de que podemos “conectarnos” con otros en sueños no es nueva. Desde hace más de 200 años filósofos, médicos y psicólogos han discutido la posibilidad de la telepatía onírica, es decir, enviar o recibir mensajes a través de los sueños (Ullman & Krippner, 1970).
En el siglo XIX, la Sociedad para la Investigación Psíquica en Inglaterra recopiló decenas de testimonios de supuestos sueños “telepáticos”. Pero todo quedaba en anécdotas: relatos impresionantes, sí, pero imposibles de comprobar de manera científica.
El laboratorio de los sueños

En los años 60 y 70, un grupo de investigadores en el Maimonides Dream Laboratory en Nueva York decidió poner el mito a prueba.
Los psiquiatras Montague Ullman y Stanley Krippner diseñaron experimentos donde una persona (“el transmisor”) veía una imagen en una habitación aislada, mientras otra (“el soñador”) dormía conectada a un equipo que monitoreaba su fase REM, la etapa en la que soñamos intensamente.
Cuando el soñador despertaba, describía su sueño y jueces externos comparaban esos relatos con las imágenes que el transmisor había visto.
¿El resultado? En algunos casos hubo coincidencias sorprendentes, como soñar con escenas que se parecían bastante a las imágenes seleccionadas. Ullman y Krippner reportaron que estas coincidencias ocurrían más veces de lo que se esperaría por puro azar (American Journal of Psychiatry, 1970; psi-encyclopedia.spr.ac.uk).
Pero aquí viene el giro: nadie más logró replicar esos resultados con el mismo éxito. Otros laboratorios lo intentaron y las coincidencias desaparecieron. La conclusión de la mayoría de científicos es clara: los hallazgos de Maimonides fueron interesantes, pero no lo suficientemente sólidos para demostrar telepatía real.
¿Entonces por qué soñamos con personas?
La explicación más aceptada hoy es mucho más terrenal (y menos mágica). Soñar con alguien no significa que esté pensando en ti, sino que esa persona representa algo en tu mente.
El psicólogo Jesse Lyon explica que los personajes en sueños son símbolos de emociones o problemas que tu cerebro está procesando mientras duermes (mindbodygreen, 2024).
Freud hablaba de “cumplimiento de deseos”: los sueños expresan lo que no decimos despiertos.
Investigaciones modernas señalan que los sueños ayudan a procesar recuerdos y emociones, como si fueran el “modo de edición” de tu cerebro (Verywell Mind, 2023).
En pocas palabras: si sueñas con tu ex, no es porque te extrañe, sino porque tu mente está revisando lecciones de esa relación, como un jugador que repasa grabaciones de un partido para no cometer los mismos errores.
Lo que sí es real: comunicación en sueños lúcidos
Aunque la telepatía no tiene respaldo científico, hay experimentos más recientes que parecen sacados de una película. En 2021, investigadores de Northwestern University, Francia y Alemania lograron comunicarse con personas que estaban soñando lúcidamente.
Durante el sueño REM, los participantes recibían preguntas sencillas (como “¿cuánto es 8 menos 2?”) y respondían moviendo los ojos o con gestos faciales.
El estudio, publicado en Current Biology (Konkoly et al., 2021), demostró que sí podemos enviar y recibir información durante los sueños, pero con un detalle importante: no es telepatía, sino estímulos externos que el soñador capta.
Fuente: Diario Libre
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