martes, septiembre 16, 2025
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Editoriales

Regreso a clases: cómo manejar las emociones encontradas

El regreso a clases es también una montaña rusa de emociones. Para muchos niños y adolescentes, la adaptación a nuevas rutinas, el reencuentro con compañeros, la presión académica y el miedo a lo desconocido, puede ser fuente de estrés y ansiedad

Sin embargo, este momento también representa una oportunidad para fortalecer la resiliencia emocional, esa capacidad que permite a los más jóvenes afrontar los cambios, superar desafíos y crecer ante las adversidades

Así lo explica la educadora Carol García, especialista en trastornos del neurodesarrollo de @mentalmenterd, quien sostiene que acompañar a los hijos en este proceso con herramientas adecuadas marca la diferencia entre vivir el inicio escolar con angustia o transformarlo en una experiencia de crecimiento y bienestar.

Desde ansiedad hasta inseguridad

Entre las emociones más comunes al inicio del año escolar, según la especialista, se encuentran:

  • Ansiedad por separación (en niños pequeños): se manifiesta a través de llanto excesivo, resistencia a entrar a clases, quejas físicas como dolor abdominal o de cabeza, y una constante búsqueda de la figura de apego.
  • Inseguridad y baja autoconfianza: se evidencia en expresiones de autoexclusión como “no quiero ir” o “no sé hacerlo”, y en la evasión de actividades escolares o sociales.
  • Ansiedad social (en adolescentes): aparece como temor a no encajar, hipervigilancia frente a la opinión de otros, aislamiento o irritabilidad.
  • Estrés académico anticipatorio: implica una preocupación excesiva por el desempeño escolar, acompañada de insomnio y dificultades para concentrarse.
Infografía

"Acompañar con paciencia, empatía y estrategias adecuadas no solo alivia la ansiedad del regreso a clases, sino que también fortalece la resiliencia emocional que les servirá para toda la vida" Carol García Educadora

¿Qué hacer?

Para acompañar emocionalmente a los hijos al inicio del año escolar, García sugiere las siguientes estrategias:

  • Validación emocional: reconocer y nombrar lo que el niño siente. Por ejemplo: “Entiendo que te sientas nervioso, a muchos niños les pasa”. Esto ayuda a que el niño comprenda sus emociones sin sentirse juzgado ni invalidado.
  • Exposición gradual: anticipar el regreso a clases mediante visitas previas al colegio, simulacros de la rutina matutina o juegos de roles relacionados con la escuela puede reducir la ansiedad anticipatoria y familiarizar al niño con el entorno.
  • Rutinas estructuradas: establecer horarios consistentes para dormir, comer y estudiar genera seguridad, reduce la incertidumbre y favorece la autorregulación emocional.
  • Técnicas de autorregulación: en los más pequeños, la ansiedad puede manejarse con herramientas simples y adaptadas a su mundo. Ejercicios como respirar “inflando la barriguita como un globo”, visualizar un día positivo (con juegos y amigos) o llevar un objeto de transición (como una nota cariñosa en la lonchera o un peluche pequeño en la mochila) les brindan calma y una sensación de conexión con su hogar, incluso en un entorno nuevo.

En el caso de adolescentes, aconseja: 

  • Espacios de escucha activa: brindar tiempo de conversación sin juicios favorece la expresión emocional y disminuye conductas de evitación.
  • Fomentar la autonomía: involucrarlos en la organización de útiles, horarios y metas incrementa la autoeficacia y el sentido de control.
  • Pautas de autocuidado: garantizar un patrón de sueño adecuado (8–10 horas), alimentación equilibrada y actividad física habitual regula el sistema nervioso y mejora la resiliencia emocional.
  • Entrenamiento en habilidades sociales: promover la participación en actividades extracurriculares o grupales facilita la integración y reduce la ansiedad social.

“El acompañamiento emocional en el regreso a clases no busca eliminar la ansiedad, sino dotar a los niños y adolescentes de herramientas de afrontamiento adaptativas que les permitan fortalecer su capacidad de resiliencia”, asegura García.

“Identificar las señales tempranas y brindar estrategias concretas desde el hogar se traduce en una transición más armónica, potenciando no solo el bienestar socioemocional, sino también el desempeño académico, concluye.

Cómo reintroducir la rutina del deber por el regreso a clases

Fuente: Diario Libre

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